Vigésimo día de guerra.
Las RSF consolidan su zona de influencia en la capital, crece el número de refugiados
Los generales violan la tregua de siete días al poco tiempo de comenzar y ya son varias denuncias de ataques contra residencias de civiles
El alto el fuego acordado entre los bandos enfrentados en Sudán debía durar una semana pero no ha durado ni una hora. Ya son seis treguas incumplidas mientras la posibilidad de un acuerdo de paz a corto plazo se desvanece tras el humo de los disparos. Y la dinámica es la misma de las últimas semanas: las RSF colocan a sus tropas en zonas residenciales, lo que provoca ataques artilleros y aéreos por parte de un ejército regular cuyo armamento no cuenta con la tecnología necesaria para ser preciso y evitar la muerte de civiles. Los civiles mueren y las RSF aprovechan su sangre para escribir párrafos acusando al ejército regular de fijar objetivos civiles. Las RSF se nombran a sí mismas como “salvadores de niños, mujeres y ancianos” mientras el ejército regular culpa a sus enemigos de utilizar escudos humanos.
La población civil en Jartum se resiste a participar en los combates, aunque es evidente que la pérdida de vidas inocentes amenaza con radicalizar las opiniones de los ciudadanos hacia un bando u otro. Sudán se ha convertido así en el día de la marmota: los generales Al Burhan y Hemedtirepiten en sus comunicados su intención de abrir corredores humanitarios mientras los enfrentamientos entre sus tropas cierran toda posibilidad de huida.
Los pocos alimentos que ha logrado introducir el Programa Mundial de Alimentos se ven afectados por una difícil situación donde los bienes de primera necesidad se han vuelto casi inaccesibles para la población civil, con algunos precios subiendo un 130%. El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, anunció este jueves que 17.000 toneladas de las 80.000 introducidas en Sudán han sido saqueadas por una población desesperada. La catástrofe humanitaria originada por la falta de alimentos que lleva prediciéndose desde hace semanas comienza a cobrar forma con sucesos como estos y que han sido registrados tanto en Jartum como en Darfur occidental, entre otros.
Las RSF, ¿dando lo mejor de sí?
El mapa de Jartum se estira y evoluciona. Los leales a Hemedti aseguran controlar el 90% de las tres ciudades que forman Jartum, y, aunque este dato no sería del todo correcto, sí que sería cierto que poseen una mayoría de la capital con respecto al ejército regular. Otra región de gran interés para los contendientes es Darfur, que se encuentra aún en su mayoría en manos de las RSF debido a que era su bastión antes del comienzo de la guerra. Fuentes de la ONU han trasladado a LA RAZÓN sus temores de que los combates se intensifiquen próximamente en Puerto Sudán debido a su importancia como punto de acceso al Mar Rojo. El elevado número de refugiados concentrados en la ciudad portuaria supondría un caos con consecuencias catastróficas.
En cuanto a las cifras aportadas por el African Center for Strategic Studies, los números continúan en crecimiento desde el inicio de la semana: 42.000 personas han llegado a Egipto desde Sudán, 8.900 a Etiopía, 30.000 a Chad, 27.200 a Sudán del Sur y 6.000 a República Centroafricana. Naciones Unidas calcula que 300.000 personas han tenido que huir de sus hogares desde el inicio de los combates y más de 100.000 buscan hoy la forma de atravesar alguna de las fronteras que rodean al país. Cabe a recordar muchos de quienes cruzan las fronteras de RCA, Etiopía o Sudán del Sur se tratan de nacionales de dichos países que abandonaron sus lugares de origen en los años previos para huir de los conflictos que afectan a sus naciones. Huyeron de la guerra para aterrizar en otra guerra, resignarse y volver a la guerra que les echó de sus casas en primer lugar.
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