Ofensiva militar

Ucrania ha destruido en los últimos días dos de los letales lanzallamas termobáricos rusos TOS-1A

Cabe destacar la aparente dependencia de las fuerzas rusas en activos de artillería específicos, ya que los ataques ucranianos de precisión a estos sistemas podrían complicar potencialmente las capacidades defensivas rusas

TOS-1A, el temible lanzallamas termobárico que Rusia está utilizando en la ciudad de Bajmut.
TOS-1A, el temible lanzallamas termobárico que Rusia está utilizando en la ciudad de Bajmut.Vitaly V. Kuzmin.Wikipedia.

El uso de los temibles sistemas de artillería termobárica TOS-1A por parte de Rusia, un lanzallamas capaz de destruir todo lo que encuentra a su paso, está dificultando el avance de las fuerzas ucranianas durante su ofensiva para recuperar el territorio ocupado por Moscú en su invasión. Estas armas, también conocidas como explosivos combustible-aire o bombas de vacío, hacen que cuando un cohete de este tipo impacta en su objetivo libera una mezcla de combustible y aire que forma una nube. Esta entra en combustión generando una bola de fuego con temperaturas de hasta 3.000 grados y una sobrepresión de 3 megapascales en su interior.

A pesar de ellos, las tropas ucranianas habrían destruido al menos dos de estos sistemas en los últimos días. Las imágenes geolocalizadas publicadas el 8 y 9 de junio confirman que las fuerzas ucranianas han utilizado municiones de precisión occidentales (supuestamente, el sistema de artillería Paladin de 155 mm) para destruir al menos dos sistemas de artillería termobárica TOS-1A rusos, activos de artillería altamente destructivos, aunque escasos. Están siendo utilizados sobre todo en el oeste y el este de la región de Zapoiriyia durante la contraofensiva ucraniana.

El Ministerio de Defensa ruso (MoD) destacó el papel de los sistemas de artillería termobárica rusos en el ataque a las posiciones ucranianas en la línea del frente. Un milblogger ruso afirmó que las unidades de artillería termobárica rusa han disparado constantemente contra las fuerzas ucranianas en la frontera administrativa de Donetsk-Zapoiriyia Oblast y en el oeste de Zapoiriyia durante los últimos días y las consideró esenciales para repeler los ataques frontales ucranianos. Cabe destacar la aparente dependencia de las fuerzas rusas en activos de artillería específicos, ya que los ataques ucranianos de precisión contra estos sistemas podrían complicar potencialmente las capacidades defensivas rusas y es poco probable que estas fuerzas posean suficientes sistemas TOS-1A para proporcionar el mismo nivel de apoyo de fuego a lo largo de la línea del frente.

Rusia lleva meses trabajando para aumentar el alcance y la precisión de fuego del sistema TOS-1A Solntsepek. El objetivo es aumentar el campo de tiro y su precisión, así como en simplificar el proceso de apuntar al objetivo y completar la tarea. Fundamental se trata de aumentar el daño.

Durante las operaciones militares, el TOS-1A se está utilizando sobre todo en la vanguardia, a pesar de que, inicialmente, la máquina fue diseñada como un vehículo de apoyo. Y después de cumplir la misión de combate asignada, las tropas van más allá porque una de las claves del TOS-1A es que, una vez que este sistema lanzallamas pesado dispara un misil termobárico, es imposible esconderse: su efecto penetra en todas partes.

El pasado mes de septiembre, un lote de TOS-1A Solntsepek fue entregado al Ministerio de Defensa. Como parte de la modernización desarrollada en Omsktransmash, los TOS-1A reciben equipos de lanzamiento modernos, protección dinámica incorporada mejorada, un sistema de navegación GPS/Glonass y otras mejoras de las que no se quiso dar más detalles, aunque una de ellas podría ser la instalación de un nuevo sistema y equipo de comunicación para un segmento cerrado de transmisión de datos, que permita la integración de TOS en sistemas de control automático (ACS) del nivel táctico.

Dado que el alcance de destrucción de estos sistemas es de solo seis kilómetros, los sistemas de artillería funcionan bajo la protección de los carros de combate principales, ya que no pueden disparar desde una distancia segura. Conscientes las Fuerzas Armadas rusas que el ejército ucraniano busca específicamente la destrucción de estos sistemas de lanzallamas, tras una salva de disparos, el vehículo cambia rápidamente de posición y se va a recargar.

El rasgo fundamental de esta arma es la munición de explosión volumétrica, que libera una nube de aerosol sobre el objetivo quemando el oxígeno atmosférico. También se conocen como bombas de aerosol o bombas de vacío. Es especialmente eficaz para destruir al enemigo en refugios (las paredes de un búnker no son un obstáculo para el aerosol) y en las montañas, donde las ondas explosivas reflejadas por las rocas se superponen, intensificándose.

El TOS-1 se usó por primera vez durante la guerra soviética en Afganistán, también se desplegó en Chechenia y la guerra civil siria. En 2003, el entonces secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, confirmó en una intervención ante el Congreso que durante la guerra de Irak EEUU empleó misiles modelo Hellfire “termobáricos”.

Este mortífero lanzallamas puede lanzar dos tipos de ojivas: explosivos incendiarios y de combustible y aire. Estos últimos, también llamados cohetes de vacío o termobáricos, funcionan utilizando el oxígeno del aire circundante para generar una explosión de alta temperatura.

El sistema es extremadamente eficaz contra enemigos atrincherados, también para derribar edificios y búnkeres. Son mucho más destructivos que los explosivos convencionales ya que tienen la capacidad de generar un efecto de calor y presión masiva, con una gran precisión en un solo punto, garantizando la completa eliminación del blanco. Otras fuentes expertas en temas militares aseguran que las armas termobáricas pueden vaporizar cuerpos humanos y aplastar órganos internos.