Corrupción
Zelenski descabeza las oficinas de reclutamiento militar en un nuevo golpe anticorrupción
El presidente de Ucrania denuncia las prácticas sistemáticas de «enriquecimiento ilícito, blanqueo de capitales y traslado ilegal de personas sujetas al servicio militar a través de la frontera» que practicaban los jefes de los centros
Volodimir Zelenski mueve ficha una vez más contra la corrupción. El presidente de Ucrania anunció en la tarde del viernes la destitución de los jefes de los 24 centros de reclutamiento militar del país. Los oficiales aceptaban sobornos de aquellos que querían evitar enrolarse en las filas del Ejército. Era un secreto a voces. Un rumor que cada vez iba haciéndose más y más grande y que amenazaba con implosionar en el marco de la contraofensiva, la operación que pretende recuperar territorio en las cuatro regiones bajo ocupación militar rusa y que ha engrosado el número de bajas ucranianas. «El sistema debería estar dirigido por personas que sepan exactamente qué es la guerra y por qué el cinismo y el soborno durante la guerra son traición», sentenció Zelenski en un vídeo publicado en redes sociales.
Una investigación del medio de comunicación ucraniano Ukrainska Pravda ya reveló en junio el escándalo de corrupción en el que estaba envuelto el cabecilla de la oficina de reclutamiento de Odesa. Los sobornos le permitieron adquirir una propiedad en la costa de España y coches de alta gama. Un mes después, la Oficina Estatal de Investigación de Ucrania, una de las agencias dedicadas a combatir la corrupción, ha anunciado la apertura de 112 expedientes contra los jefes de estos centros, repartidos por todo el país. Incluso elegían el método de pago. «Algunos se llevaron dinero en efectivo, otros criptodivisas», explicó Zelenski.
La Oficina Estatal de Investigación ha detenido, entre otros, al jefe del Centro Territorial de Reclutamiento y Apoyo Social del Distrito de Kyiv, quien habría participado en una trama a gran escala de falsificación de documentos en los que se recogía que los hombres en edad de alistarse no eran aptos para el servicio. Así, podían abandonar el país. A cambio, eso sí, del pago de 10.000 dólares.
El presidente ordenó una investigación exhaustiva y encargó al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, el general Valeri Zaluzhni, que sustituyera a los oficiales señalados por «soldados que han pasado por el frente o que no pueden estar en las trincheras porque han perdido la salud, han perdido sus miembros, pero han conservado su dignidad y no tienen cinismo». Zelenski quiso dejar claro que sólo las personas que conocen los estragos de la guerra son quienes «pueden encargarse de este sistema de reclutamiento».
«Todo “comisario militar” que sea objeto de un procedimiento penal deberá rendir cuentas. Es bastante justo. Plena responsabilidad. Los “comisarios militares” destituidos y otros funcionarios que tienen tirantes y respecto a los cuales no se han encontrado pruebas de delitos o violaciones, si quieren conservar sus tirantes y demostrar su valía deben pasar al frente», razonó Zelenski, quien sin embargo evitó mencionar otro presunto caso de corrupción que envuelve de nuevo al Ministerio de Defensa. La cartera que dirige Oleksii Reznikov había pagado el doble del precio que costaban unos equipos de camuflaje de verano adquiridos a Turquía como abrigos de invierno para las tropas, según los documentos a los que tuvo acceso el sitio web de noticias de investigación ZN. De momento, silencio.
«Por un lado, la corrupción en esa esfera ha aumentado considerablemente, y Zelenski tenía que demostrar a la gente que está dispuesto a tomar medidas radicales durante la guerra», traslada a este periódico un miembro de la unidad de investigación de la Oficina Nacional Anticorrupción que prefiere mantenerse en el anonimato. «Por otro, el método de enfoque común para todos los jefes de los centros militares de reclutamiento no es lo suficientemente eficaz, estoy seguro de que hay mucha gente que no merecía ser despedida». «Pero la guerra exige decisiones radicales», lamenta.
En enero, Zelenski ya se vio obligado a destituir a su viceministro de Infraestructuras y Desarrollo Comunitario, Vasyl Lozynsky, después de que la Fiscalía le acusara de haber recibido un soborno por valor de 400.000 dólares. Entonces, otros dos escándalos de corrupción relacionados con la contratación pública de servicios de catering militar y generadores eléctricos sacudieron el Gobierno. En lugar de esconder los trapos sucios, el presidente de Ucrania armó una ambiciosa ofensiva contra la corrupción para demostrar a sus aliados su compromiso en esta materia.
La realidad es más prosaica. Zelenski arrasó en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2019, en las que midió fuerzas con el expresidente Petro Poroshenko, a lomos de una cruzada anticorrupción que de momento no ha conseguido llevar a cabo. El jefe del Departamento de Control Interno de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania, Roman Osypchuk, reconocía hace unas semanas en conversación con LA RAZÓN que «es muy difícil planificar algo en el país durante la guerra». Con todo, las cifras mejoran tímidamente.
El negocio de sortear el servicio militar
El Ejército ucraniano necesita nuevos reclutas para aliviar la sangría de bajas. Los más de 18 meses de intensos combates han pasado factura. Según las filtraciones de Discord, los funcionarios del Departamento de Estado cifraban en febrero el número de muertes en las filas ucranianas en una horquilla entre las 15.500 y las 17.000. Contabilizaban entonces al menos 106.500 soldados ucranianos heridos.
El inicio de la invasión en febrero de 2022 trajo consigo la imposición de la ley marcial. Tienen prohibido desde entonces abandonar el país todos los varones entre los 18 y los 60 años. Hay pocas excepciones. Por eso, a partir de ese momento, la evasión del servicio militar pasa a ser un gran negocio. Zelenski cree que «el cinismo es el mismo en todas partes», en referencia a las distintas oficinas de reclutamiento: «Enriquecimiento ilícito, legalización de fondos obtenidos ilegalmente, beneficio ilícito, traslado ilegal de personas sujetas al servicio militar a través de la frontera».
Al menos 950 personas han sido acusadas de delitos relacionados con la evasión del servicio militar, según los datos oficiales. El Estado trata de reducir a toda costa esta cifra. El Servicio de Fronteras de Ucrania calcula que unos 12.000 hombres han intentado abandonar el país desde que dieran comienzo las hostilidades. Una veintena lo intentó sin éxito el pasado mes de junio.
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