Entrevista
Alejandra Rubio: “Mi camino es la interpretación, me siento muy identificada con Úrsula Corberó”
La nieta de María Teresa Campos ha mostrado su faceta más solidaria para recaudar fondos en la lucha contra el cáncer de mama.
Vivir bajo los focos desde que naciste, ser la nieta de María Teresa Campos, y la hija de Terelu. Casi nada. Pero aún así, querer construirte a ti misma y seguir tu propio camino. Y el suyo es la interpretación. Sí, estamos hablando de Alejandra Rubio, que en medio de las constantes polémicas y titulares en la que vive inmersa ella y su familia, ha querido utilizar su imagen para un fin solidario a favor de una enfermedad que ella conoce muy de cerca, el cáncer de mama. Por eso ha querido utilizar su influencia para unir fuerzas con Jean Louis David para presentar un coletero que estará a la venta en los salones de esta firma y cuyos beneficios se destinarán a la investigación para prevenir y tratar el cáncer de mama a través de Geicam, una asociación que financia estudios sobre esta enfermedad.
No están siendo semanas fáciles para Alejandra Rubio tras el fallecimiento de su abuela, y un poco también la de toda España, pero Alejandra no ha querido pausar sus compromisos laborales. Muy María Teresa Campos también en eso, porque el trabajo es su refugio. Aunque ella se ve artista, no periodista. Y en ese caminó está. Le cuesta enfrentarse a la prensa del corazón, aunque haya crecido con ella. Sueña con ser anónima, mientras se enfrenta a diario en televisión a las polémicas de Edmundo Arrocet para defender la memoria de su abuela. Es empodera, influencer y una chica de carácter. Lo mismo que fue María Teresa Campos, pero ella en esta época de likes, seguidores e inmediatez.
De la faceta más solidaria, de su familia, de sus sueños y de su futuro como actriz hemos hablado en LA RAZÓN con Alejandra Rubio.
Alejandra, qué bonito al final poder dar su imagen y utilizar tu influencia en redes sociales para iniciativas solidarias como estas que puedan concienciar y ayudar.
La verdad es que sí, tener esta suerte de ser un personaje público y poder usarlo para este tipo de iniciativas, es lo que hay que hacer. Para mí fue increíble que desde Jean Louis David pensaran en mí para este proyecto. Siempre me gusta hacer actos solidarios, y más con un equipo así. Ya que no podía donar mi pelo por estar teñido, al menos dar mi imágen con este coletero solidario.
Una campaña para la concienciación y recaudación de fondos en la lucha contra esta enfermedad que afecta a una de cada ocho mujeres en todo el mundo, que además, tu has vivido muy de cerca con tu madre, Terelu Campos. Desde tu experiencia, ¿qué consejo darías a los familiares de las pacientes?
Al final es muy difícil dar consejos en temas como estos, pero al final yo siempre he pensado que es muy importante cómo te tomes las cosas. Influye mucho la cabeza en estos casos, el ánimo que puedes dar, y el apoyo. Ser lo más positivo posible, no tirar la toalla, que se puede.
Si pudieras rebobinar en el tiempo, qué le dirías a aquella Alejandra.
Mi madre me lo puso muy fácil, me hizo partícipe pero a la vez me lo hizo muy fácil para que no lo viviera como un drama la primera enfermedad que tuvo. Yo no cambiaría, el segundo cáncer sí que me tocó siendo mayor de edad, y fue muy duro verlo, porque para mi madre fue muy duro. Al final hay que hacer mucho equipo y apoyar.
Pese a que estás viviendo un momento duro a nivel personal, y familiar, no has querido parar y estás aquí siguiendo con tus compromisos laborales. Un buen homenaje también a tu abuela, María Teresa Campos, y a la importancia que le daba ella al trabajo.
Porque para mi familia, y también influenciada por mi padre, el trabajo es muy importante. La vida te da golpes, pero tienes que seguir con tu vida. Al final la procesión va por dentro, es lo que hay que hacer. Estás ocupada, y eso es muy importante es estás situaciones, tener la mente ocupada para no pensar. Seguir con mis proyectos porque mi abuela se ha ido, ya no está, y ya no podemos hacer nada para remediarlo. Hay que pasar el duelo.
Al final, en tu caso es más duro, porque estás bajo los focos, y todo lo que hagas va a ser analizado o criticado.
Juzgar a la gente está muy establecido en nuestra sociedad. Todo el mundo lo haría mejor o de otra manera. Cada uno hace las cosas como puede. En este caso yo he vuelto al trabajo, y punto. Si no hubiera vuelto al trabajo dirían que estoy llorando por las esquina y dando pena. Todo lo que haga va a ser juzgado.
Seguir con tu trabajo en televisión, y con las entrevistas en prensa. Recuerdas especialmente algún consejo que te diera tu abuela cuando empezaste a dedicarte a su mundo.
Que me informe, que hable bien y que no diga coletillas. Y sobre todo que sea cercana y amable. Al principio siempre volvía a ver mis apariciones en televisión, pero por salud mental ya no lo hago. Pero ya me doy cuenta al momento de los errores que hago, que antes no lo hacía.
Por salud mental, eres también de las que no quieren leer lo que dicen de ellas en redes como escudo de protección.
Quien diga que no lo lee miente. Al final es imposible, te sale por todas partes. Lo tienes que leer sí o sí. Pero al final siempre he dicho que nunca puedes hacer caso a los comentarios buenos porque estás en las nubes y fuera del planeta, y tienes que tener los pies en el suelo, ni a lo negativo. Porque al final una crítica que no es constructiva, no me sirve de nada. Si no estuviera en la televisión seguiría expuesta por la familia que tengo.
Entiendo que en ese sentido, notas mucho la diferencia con tus compañeros influencers, porque tú ya naciste en los focos.
Exacto, es que no tiene nada que ver. Una cosa es que salgas en un reality y de golpe te hagas mega famoso, o solo por redes sociales, a que lo tengas desde pequeña. Cuando la gente me pregunta cómo lo llevo, digo que lo llevo porque es mi vida normal. No es algo extraño porque lo he vivido desde siempre. Lo que no sé es cómo viviría siendo anónima, igual sería mucho más feliz.
¿Alguna vez lo has pensado? Ojalá fuera anónima, como cuando viajas fuera de España.
Alguna vez lo piensas, cómo hubiera sido mi vida. Pero al final mi vida es la que es y no la puedo cambiar.
No sé si ahora que también te dedicas al mundo del periodismo del corazón como tertuliana en la televisión, y luego en tu faceta de entrevistador, entiendes más a la prensa.
Cuando hago entrevistas en el periódico, a veces me da mucho palo preguntar ciertas cosas porque yo lo vivo en primera persona y sé lo que es. Hacer preguntas complicadas no es fácil para nadie, pero al final es un trabajo y yo lo respeto. Tú decides cómo hacer las preguntas, si vas a hacer daño o no. Y eso es muy importante. Haciendo entrevistas me he llevado muchas sorpresas para bien, y muy pocas para mal.
Ya que te ha picado el gusanillo familiar del periodismo, ¿quieres seguir por este camino?
Yo por ahora lo disfruto, es un trabajo que me gusta hacer. He evolucionado mucho, y he aprendido. Es una experiencia más en la vida.
Después de esa primera entrevista, ¿qué te dijeron tu madre o tu abuela?
Mi abuela la leyó y le gustó. Aunque supongo que si viera ahora lo que he evolucionado, le gustaría más aún. Al final la familia son los más sinceros y críticos, igual que yo con ellos, pero siempre desde el respeto.
Hablando de respeto, no sé cómo afrontáis las constantes declaraciones de Edmundo Arrocet y su nueva entrevista.
Al final es lo que hablábamos, somos personas públicas y nos ha tocado de alguna manera. A veces es bueno otras muy malo. Y en este caso, pues no tan bueno. Quién quiera hacer daño lo va a hacer, hablemos o no. Cada persona hace lo que cree conveniente, te puedes equivocar en la vida, pero si yo le digo que se está equivocando y esa persona no lo ve, yo ya no puedo hacer nada”.
Y dejando a un lado el tema familiar, ¿qué próximos proyectos te ilusionan?
Tengo proyectos que saldrán que me ponen muy contenta. Solo me queda un año de carrera de interpretación y ese es mi camino.
¿Actores favoritos que te inspiren?
¡Muchísimos! Tenemos unos actores en España, que la gente no es del todo consciente. Este país tiene unos actores y unos directores increíbles. Alucino cuando la gente habla mal del cine español. Me encanta Úrsula Corberó porque me siento muy identificada con ella personalmente. De chicos, Luis Tosar y Quim Gutiérrez para mí están en el top.
¿Un papel soñado por Alejandra Rubio?
Cualquier papel sería soñada, pero me encantaría hacer un papel que fuera totalmente diferente a lo que soy yo. Hacer un drama, ser un personaje que no soy yo. Siempre ha sido muy artista.
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