Bodas

El vestido de novia de María Luisa Arrospide: mantilla familiar, mikado de seda y pliegues de ensueño

En el que ha sido otro de los enlaces que ha marcado el fin de semana y que se ha celebrado en la ciudad de Córdoba

El vestido de novia de María Luisa Arrospide.
El vestido de novia de María Luisa Arrospide.gtres

Las bodas de viernes son cada vez más comunes esta temporada, y es que, en lo que llevamos de otoño ya hemos sido testigos de varios enlaces de suma importancia en el panorama social de índole nacional que comparten esta fecha. A decir verdad, es una buena manera de aprovechar el fin de semana sobre todo si se cuenta con invitados que tienen que viajar hasta el lugar de la ceremonia. En la tarde de ayer, María Luisa Arrospide y Hugo Hernández-Mancha volvieron a confirmar que casarse los domingos es una tradición arraigada en el pasado y la nuevas parejas no temen innovar.

El lugar elegido fue la ciudad de Córdoba, en particular la Iglesia del Salvador y Santo Domingo de los Silos, allí se dieron cita numerosos rostros de la política, la aristocracia patria y la alta sociedad. Pero si hubo algo que cautivó miradas por encima de todo eso fue el vestido de la novia, quien al igual que hizo Bárbara Mirján hace un par de semanas deslumbró con un diseño a medida de Navascués.

Mikado, pliegues y una silueta que rinde homenaje a la costura clásica

La diseñadora Cristina Martínez-Pardo Cobián, alma creativa de la firma, fue la encargada de dar forma a un diseño que reinterpreta la elegancia tradicional con un aire romántico y actual. Confeccionado en mikado de seda natural, el vestido presentaba un favorecedor escote palabra de honor con una estructura abullonada en degradé, una de esas siluetas que parecen esculpidas sobre el cuerpo y que combinan a las mil maravillas majestuosidad y ligereza.

El vestido de novia de María Luisa Arrospide.
El vestido de novia de María Luisa Arrospide.gtres

Los pliegues arquitectónicos que recorrían el torso y la falda añadían profundidad y textura, mientras que la caída en evasé, rematada con una cola desmontable, aportaba movimiento y versatilidad. El detalle de la organza plisada en el godet trasero sumaba dinamismo al paso, elevando el conjunto a un nivel de alta costura que pocas pueden lucir con tanta naturalidad como lo hizo María Luisa.

Una mantilla familiar y joyas con historia

Si algo define a las novias de Navascués es su capacidad para fusionar tradición y contemporaneidad, y María Luisa lo llevó a su terreno con un gesto lleno de significado: lució una mantilla granadina heredada de su familia, una pieza de encaje fino que envolvía sus hombros con sutileza, aportando textura, romanticismo y ese toque de herencia que hace que un look nupcial cuente su propia historia.

Detalles look nupcial María Luisa Arrospides.
Detalles look nupcial María Luisa Arrospides.gtres

Completó su estilismo con una tiara de esmeraldas y pendientes a juego, joyas que evocaban la elegancia de las novias de otra época, y un ramo de rosas blancas que reafirmaba la pureza y serenidad del conjunto.

Tradición, elegancia y un guiño al sur

El look de María Luisa Arrospide podría definirse como un homenaje a la novia andaluza contemporánea: fiel a la tradición, pero sin renunciar a la modernidad ni a la identidad personal de la novia.

Detalles vestido novia María Luisa Arrospides.
Detalles vestido novia María Luisa Arrospides.gtres

En una tarde otoñal con aires veraniegos, Córdoba fue testigo de un enlace en el que la sofisticación se mezcló con el encanto sureño. Y en medio de todo, el vestido de María Luisa brilló como una obra de arte viva: una celebración de la elegancia clásica reinterpretada con la naturalidad que solo tienen las novias que saben que menos no siempre es más, sino justo lo necesario.