Política

Corrupción en Andalucía

Un falso robo para ocultar el gasto de 14.737€ en un puticlub

Una llamada al banco denunció el supuesto hurto y a las 24 horas se usó la tarjeta para anular los cargos

El exdirector de la extinta Fundación Andaluza Fondo Formación y Empleo (Faffe) Fernando Villén
El exdirector de la extinta Fundación Andaluza Fondo Formación y Empleo (Faffe) Fernando Villénlarazon

Una llamada al banco denunció el supuesto hurto y a las 24 horas se usó la tarjeta para anular los cargos.

La investigación de la Guardia Civil en torno a las tarjetas «black» de la Faffe ha encontrado un nuevo indicio de que el dinero que salió de los fondos públicos de la Junta para abonar comidas, peajes y fiestas en clubes de alterne –72.486 euros, de los que 31.969 euros correspondían a gastos en cinco clubes de alterne de Sevilla, Cádiz y Córdoba en doce ocasiones entre 2004 y 2010– jamás fue reintegrado a las arcas públicas, como ha sostenido el titular de esas tarjetas, el director gerente Fernando Villén. La Guardia Civil ya advirtió de que las supuestas devoluciones eran «apuntes contables falsos». En un nuevo atestado al que ha tenido acceso a LA RAZÓN añaden un episodio que refuerza la teoría de que la intención nunca fue devolver el dinero, ya que un día después de una de las fiestas en el prostíbulo Don Angelo de Sevilla, alguien llamó para denunciar el robo de una tarjeta de crédito.

En el nuevo informe entregado al juzgado de instrucción 6 de Sevilla, los investigadores detallan que Fernando Villén gastó 14.737 euros en una noche en el mencionado puticlub entre los días 23 y 24 de marzo de 2010. «Ese mismo día 24 se habría solicitado su baja –la de una tarjeta vinculada a la entidad Unicaja– y, sin embargo al día siguiente de esta solicitud, el día 25 de marzo de 2010, con la misma tarjeta, tal y como se expuso en un anterior atestado, se habrían efectuado 15 anulaciones de cada uno de los pagos efectuados en el mencionado establecimiento».

La UCO señala que «esos hechos llaman poderosamente la atención, ya que se denuncia el supuesto robo de la tarjeta después de su utilización y un día antes de efectuarse las anulaciones de los pagos, anulaciones que se efectuarían con la tarjeta supuestamente sustraída».

La entidad financiera, en un informe incluido en el atestado, señala que la titularidad de esta tarjeta la ostentaba Fernando Villén. Sin embargo, se solicitó su baja telefónicamente a través del departamento Contact Center el día 24 de marzo de 2010 a las 11:30 horas, «alegando el robo de la misma».

No obstante, «se desconoce» si se presentó denuncia al respecto, así como la identidad de la persona que efectuó la llamada. Por ello, la UCO solicita a la juez instructora la emisión de un mandamiento judicial para que la entidad facilite la grabación de la llamada telefónica e identificar a la persona que realizó la misma. Si, como apuntan los indicios, fue el propio Villén, el círculo se cerraría.

Esta versión contrasta con la que el propio Villén ofreció ante la jueza cuando declaró en octubre. El fiscal le preguntó si trató de anular la tarjeta a la que cargó los 14.737 euros en una noche fingiendo al día siguiente el robo de la misma. El ex alto cargo lo negó y según su versión se limitó a llamar al banco para preguntar cómo podría conseguir que no figuraran los cargos. La respuesta fue que debía anular los mismos a través de la terminal de venta y proceder al desembolso en metálico, procedimiento que, según dijo, fue el que siguió y para que el recurrió a sus ahorros privados.