Andalucía

Financiación para sostener «el eslabón más débil»

La presidenta de la Junta se asegura el apoyo del Tercer Sector y de la FAMP de cara a un futuro acuerdo, mientras que el PP le acusa de querer «mantener la grasa política»

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, con los representantes de la mesa del Tercer Sector antes de la reunión celebrada en el Palacio de San Telmo
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, con los representantes de la mesa del Tercer Sector antes de la reunión celebrada en el Palacio de San Telmolarazon

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, recabó ayer el apoyo del Tercer Sector y de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) en su cruzada contra el Gobierno central por una financiación «justa». Después de reunirse con los sindicatos, la patronal, los partidos con representación en la Cámara autonómica y el Consejo Económico y Social, fue el turno de las entidades sociales y de la federación que preside el socialista Fernando Rodríguez Villalobos, sensibles al mensaje de Díaz porque, tal y como aseguró, «o hay recursos públicos y dinero para sostener los servicios públicos o las personas más vulnerables seguirán siendo el eslabón más débil de la cadena».

Díaz aprovechó también para hacer balance de estos encuentros, destacando que «ponemos a Andalucía por delante de los intereses particulares, partidarios y personales, puesto que sólo así saldrá ganando». Por ello, apostó por una posición común que contribuya a un acuerdo «positivo y justo» sobre el modelo de financiación autonómica, ya que la región, «entre otras muchas cosas, se juega los servicios públicos y su progreso en una década».

El Tercer Sector ha venido valorando positivamente los canales de participación abiertos con la Junta, aunque ha reclamado acciones «más contundentes» para reducir las abultadas cifras de pobreza que viene soportando la comunidad autónoma. En este sentido, el presidente del colectivo, Manuel Sánchez, aseguró que «no se puede luchar contra la pobreza y la exclusión social sin los fondos que Andalucía merece». En este sentido, señaló que «hace falta una financiación más estable, mayor y que de una vez por todas Andalucía se sitúe en el lugar que le corresponde en España en relación a otras comunidades».

En cuanto al ámbito municipal, Díaz recordó que la Conferencia de Presidentes ya recogió la necesidad de «una financiación justa y adecuada para los ayuntamientos», puesto que «son la primera puerta que tienen los ciudadanos de acceso a los servicios públicos». Para Villalobos, «es hora de que el municipalismo también tenga su protagonismo» y señaló que la FAMP y la Junta «irán de la mano» en esta reivindicación.

En el debate también entró de lleno el PP. El l secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, pidió a la Junta que «no juegue a ser el doctor Jekyll y Mister Hyde» con críticas al vigente sistema de financiación que «aprobó el PSOE» y apoyó la Administración autonómica. Fernández de Moya defendió que se ha cumplido con el mandato de la Conferencia de Presidentes, puesto que la comisión de expertos entregó al Ejecutivo central su informe sobre la reforma el pasado 26 de julio. «Como bien conocen las comunidades, ese documento tiene que pasar a ser analizado por el comité técnico permanente de evaluación, un órgano colegiado que está adscrito al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF)», recordó, añadiendo que éste «elevará el dictamen definitivo».

Será entonces, «una vez culminada la parte técnica», cuando entrará «la parte política». Al respecto, remitió a las palabras que el ministro Cristóbal Montoro «ha dicho por activa, por pasiva y por perifrásica», al señalar que la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca) «requiere mayoría cualificada de las Cortes», de modo que «sobre 350 diputados, se requiere un quórum de 176». «Si no hay 176 diputados, no habrá reforma del modelo de financiación autonómica porque el instrumento normativo que lo respalda es una ley orgánica», zanjó.

Por su parte, la secretaria general del PP-A, Loles López, acusó a la presidenta de la Junta de querer el dinero de la financiación autonómica para «mantener la grasa política y, de paso, mantenerse ella, cuando el dinero tiene que ir a los andaluces».