Amics de la Rambla exige a Colau soluciones a la «degradación» del Raval y el Gòtic

La gestión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, respecto a Ciutat Vella está cada vez más en entredicho. Ayer le tocó el turno a la asociación Amics de la Rambla.

La gestión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, respecto a Ciutat Vella está cada vez más en entredicho. Ayer le tocó el turno a la asociación Amics de la Rambla. A su juicio, la presencia de narcopisos en el Gòtic y el Raval, así como la venta ambulante en esta emblemática vía, están generando problemas de inseguridad, además de dañar cada vez más la imagen del paseo. Por ello, reclaman al Ayuntamiento que cuide el «día a día» y «haga cumplir» en el paseo la normativa municipal de civismo, ante la «degeneración» que, a juicio de la entidad, sufre.

En la presentación de la Festa del Roser, fiesta mayor de la Rambla, el presidente de Amics de la Rambla, Fermí Villar, denunció la «situación de urgencia que afecta a todo el comercio y la oferta de restauración» por la «degeneración» del paseo, que, aseguró, está echando «al turista respetuoso».

Villar, por lo tanto, denunció a degradación de la Rambla y lamentó la presencia de manteros y gente durmiendo en la calle. En este sentido, aseguró que «hace 30 años en la Rambla ya había lumpen» pero criticó que ahora los delincuentes «se creen con el derecho de incumplir la ley».

Además de reforzar la seguridad en esta zona, Villar cree que se debe hacer «un cambio en el discurso político del gobierno de Ada Colau, para poner fin a la impunidad actual». Añadió que «no sirve de nada remodelar la Rambla, si no se hace cumplir la ordenanza del civismo».

Para Fermín Villar, en Barcelona «todo empieza en la Rambla y se expande», por lo que «si ordenamos la Rambla ordenaremos en buena parte Ciutat Vella», pero «la reforma urbanística no bastará para solucionar la situación si el ayuntamiento no hace cumplir la ordenanza de civismo», apuntó.

En otro orden de cosas, Amics de la Rambla ha pedido que se consensúe el lugar de los actos de homenaje a las víctimas del atentado yihadista del 17A, y abogaron por mantener el Pla de l’Os de la Rambla, donde la furgoneta del terrorista terminó su recorrido, como un «mosaico de bienvenida» a la ciudad. «Es un mosaico de bienvenida. No debemos dar al terror la ventaja de cambiarle el significado», explicó Villar.

Entre los actos previstos para la Festa del Roser, Villar destacó los relacionados con la tradición de las flores en la Rambla, que incluso tiene un tramo dedicado a ellas. «La flor es vida, es cultura y sobretodo es Rambla” subrayó Villar quien criticó que de los 150 años de cultura de la flor en el paseo “el Ayuntamiento de Barcelona no se acuerda nunca» .