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La importancia de saber enseñar

Educación saca 5.005 plazas de oposición de maestro y profesor con más práctica y menos parte memorística

Educación no busca al profesor que sabe más matemáticas si no el profesor que sabe explicar mejor las matemáticas
Educación no busca al profesor que sabe más matemáticas si no el profesor que sabe explicar mejor las matemáticaslarazon

Educación saca 5.005 plazas de oposición de maestro y profesor con más práctica y menos parte memorística.

Ya es oficial. El departamento de Educación publicó ayer en el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya (DGOC) la convocatoria de 5.005 plazas de oposición al cuerpo docente. Hacía más de diez años, desde el curso 2008-2009, que no se convocaban tantas plazas, pese a que la creación de nuevos centros escolares y un puñado de buenas añadas demográficas urgían más profesores. Los recortes dejaron esquelético el cuerpo docente. Y ahora, que deberían venir tiempos de presupuestos expansivos, –otra cosa es que el Govern logre encontrar socios para pactarlos–, el conseller de Educación, Josep Bargalló, quiere convocar 15.658 plazas hasta 2023.

Para empezar, este año se convocarán 5.005 plazas, 3.604 para maestro de primaria, 759 para profesor de secundaria y 642 para profesor de FP. El objetivo es reducir el número de interinos al 8% y dar estabilidad a las plantillas de colegios e institutos. Actualmente, en primaria, hay un 27% de profesores interinos. En secundaria y bachillerato, los interinos alcanzan un 40%, mientras que en FP, representan la mitad de las plantillas. La idea es empezar esta ronda de oposiciones ofertando plazas para primaria y FP. El año que viene saldrán a concurso más plazas de secundaria. En el curso 2021-2022, volverán a salir plazas de primaria y FP, y en la última convocatoria de esta serie, de nuevo se apostará por reforzar las plantillas de secundaria. Así, los interinos tendrán dos oportunidades para convertirse en funcionarios.

Para quienes llevan años dando clases, no debería ser difícil. Porque tal y como avanzó ayer Bargalló, Educación ha cambiado las pruebas para reducir a la mínima expresión la parte más memorística. «No queremos seleccionar a la persona que sabe más matemáticas, sino quién las pueda enseñar mejor», aseguró el director general de profesorado y personal de centros públicos, Ignasi Garcia-Plata. Y para eso, en los exámenes, en vez de pedir que se resuelvan una serie de problemas se pedirá al profesor que exponga cómo explicaría esa serie de problemas en el aula.

Los cambios se han acordado con los sindicatos. No quieren que se repitan historias como la convocatoria a 2.000 plazas de profesor de secundaria del año pasado. Una de las pruebas para profesor de Dibujo, por ejemplo, era un ejercicio de dibujo técnico que «sólo supo resolver un aspirante. Dicen que el examen lo hicieron unos arquitectos», comenta una profesora interina licenciada en Bellas Artes e Historia del Arte que da clases desde hace quince años y ha ganado un puñado de premios con proyectos pedagógicos innovadores. Aunque en las próximas convocatorias se de valor a la práctica y a la capacidad de aplicar los conocimientos en el aula y quede en segundo plano la evaluación más teórica y memorística, no se fía y está dando clases de dibujo técnico para afrontar las oposiciones del año que viene.

Exámenes en junio

Este cambio de enfoque ha llevado a invertir el orden de las dos partes de las pruebas, que arrancarán cuando acabe el curso. Los candidatos empezarán demostrando sus capacidades comunicativas y pedagógicas. Primero presentarán la programación y la unidad didáctica. Sólo los que superen esta parte, pasarán a la segunda fase que consta de una prueba práctica que se ponderará con un 70% y otra temática, que valdrá un 30%. Hasta ahora, las oposiciones eran al revés. Pero Educación cree que así los profesores pueden mostrar sus habilidades en el aula y se pueden valorar mejor sus competencias con los alumnos.

Esta inversión del orden alarga las oposiciones, que cuestan 3 millones, porque todos los aspirantes se presentarán a la prueba competencial que es más larga de hacer y evaluar. Los candidatos sabrán si han aprobado, como máximo, el 31 de octubre. No tendrán su plaza de funcionario hasta el curso 2020-2021. El departamento estima que el 90% de los aspirantes trabajan en la pública y un 10% en la concertada.