Complementos
Los mejores calcetines del mundo (y más caros) se hacen con lana de vicuña
La historia de la firma de calcetería alemana Falke se remonta a 1895. Una época en la que protegerse del frío era vital
Los calcetines son un artículo de uso cotidiano que resguardan y protegen nuestros pies del frío. Tener estas extremidades calientes es necesario para mantener el resto de la temperatura corporal. Y ahora, también son un complemento de moda perfecto al que mostramos un especial interés.
En el mercado hay infinidad de diseños, con diferentes longitudes y gran variedad de materiales con los que están fabricados, pero nada como los de Falke Socks, firma que se ha especializado en la manufacturación de la lana más cara que existe.
Falke no tiene competencia. Los tejidos que utilizan para elaborar sus prendas son de una calidad inigualable y están minuciosamente confeccionadas a mano con un gusto sublime. Los géneros con los que trabaja la marca son tales como la seda, el cachemir, el merino mercerizado, pelo de camello, el hilo de Escocia o la lana de vicuña, considerada como la más fina del mundo o la “fibra de los dioses”.
La vicuña es un animal de origen peruano (parecido a la llama) procedente de la cordillera de Los Andes. Su pelaje es inusual, delicado y grueso y tras el esquilado se obtiene una lana extremadamente fina de fibras ligeras, suaves, cálidas. Esta alcanza tanto valor debido a que el pelo del animal tarda en crecer alrededor de dos años, se puede obtener muy poca cantidad y fue una especie en peligro de extinción.
Los productos elaborados con este tipo de lana tienen un único color, el marrón, esto es porque es un tejido que no se puede teñir, porque si no, se estropearía. Debido a su exclusividad, la empresa saca tiradas limitadas anualmente de diez pares de calcetines nada más, que pertenecen a la Luxury Line de calcetines para hombres de Falke y están distinguidos con un etiquetado especial. Cada par cuesta 860 euros.
En cuanto al proceso de elaboración, este comienza por una exploración de las materias primas para, posteriormente, pasar por las manos expertas de quienes mejor dominan las complejas máquinas de tejer y terminar rematando el trabajo perfeccionándolo de forma tradicional, a mano.
Así, Falke se ha convertido en el primer fabricante del mundo en trabajar este tipo de lana de hilo único. “Nos dirigimos a gente de todo el mundo que no considera el lujo como algo superficial, sino que ha aprendido a disfrutar de la libertad de regalarse lo mejor de lo mejor”, aseguran desde Falke.
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