Alerta

La entrada de la cepa brasileña por Barajas amenaza la tendencia a la baja de los casos en Madrid

La irrupción de esta variante, tras la llegada de un positivo que presentó en el aeropuerto una PCR negativa en origen, y el avance de la que procede del Reino Unido ponen en riesgo el descenso de la curva en esta tercera ola

Una mujer camina por la terminal T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas
Una mujer camina por la terminal T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-BarajasJesús HellínEuropa Press

Barajas ha vuelto a convertirse en la puerta de entrada de una nueva variante del virus en Madrid. En esta ocasión, la brasileña. Sobre la que muchos expertos alertan de su peligrosidad. Fundamentalmente porque esta variante contiene un conjunto de mutaciones adicionales que pueden afectar a su capacidad para ser reconocidas por anticuerpos. Fue ayer cuando la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid confirmó el primer caso de variante brasileña de Covid-19 en la región. Las circunstancias de su llegada a Madrid ponen en evidencia que la obligatoriedad de presentar una prueba PCR negativa al tocar suelo español puede ser una medida con fallos. Y es que este primer caso corresponde a un varón de 44 años, que entró en España el pasado 29 de enero a través del Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. El hombre contaba con una PCR negativa en origen. A su llegada al aeropuerto madrileño se le realizó un test de antígenos, con resultado positivo. Posteriormente, fue trasladado al Hospital General Universitario Gregorio Marañón donde se le hizo una PCR con resultado positivo. Para la confirmación de la existencia de esta nueva variante de Covid-19 es necesario obtener su secuencia genómica, siendo los Servicios de Microbiología de los hospitales 12 de Octubre, Gregorio Marañón, La Paz y Ramón y Cajal los únicos que tienen la capacidad en nuestra región para realizar la secuenciación necesaria para confirmar los casos.

La confirmación de este primer caso de la variante brasileña llega justo en el momento en el que Madrid comienza a registrar un descenso en el número de los contagios dentro de la tercera ola. Es lo que se desprende de los últimos datos con los que cuenta la Consejería de Sanidad. Entre el 25 y el 31 de enero se contabilizaron un 16% menos de casos que la semana anterior con lo que «después de cuatro semanas de crecimiento es un dato muy positivo», aseguró ayer el viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero. El descenso también se observa en la incidencia acumulada: es de 860 por cada 100.000 habitantes, cuando hace una semana se encontraba en 994,79. En los hospitales madrileños hay 4.817 ingresados, de los que 4.094 se encuentran en planta 723 en UCI, lo que supone un descenso de 139 pacientes respecto a los datos de la semana pasada. Los nuevos ingresos van también a la baja: hay 184 ingresos menos esta semana.

No es la cepa británica la única amenaza que puede comprometer esta tendencia a la baja. También preocupa la presencia de la cepa británica cuya expansión progresa en la Comunidad de Madrid, tal y como avanzó esta semana LA RAZÓN. De hecho, en algunos hospitales representa el 20% de los casos e incluso llega al 50% en algunas áreas sanitarias. Así, en el Gregorio Marañón y la Jiménez Díaz la media está en el 20% de cepa británica; en Móstoles en un 22%; Ramón y Cajal, un 14,8%; La Paz, un 22,7% y algunos centros de Salud como Collado Villalba, en donde llega al 57% de los nuevos casos y en Moralzarzal en donde la variante procedente del Reino Unido concierne ya al 50% de los contagios.

En este contexto, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso aprobó ayer nuevas medidas para seguir dando la batalla al virus. Se ampliaron las restricciones en las zonas de salud con más contagios. También entró ayer en vigor nuevas medidas que afectan al sector hostelero. Y es que pasa a ser obligatoria, vía decreto, la mascarilla en el interior de restaurantes en todo momento, salvo en la ingesta de la comida. Además, en los establecimientos esta obligación «debe ser precisada». Todos los recintos de cara al público deberán asegurar una ventilación adecuada, ya que ésta pasar a ser reconocida como un derecho del consumidor. También ayer entró en vigor la ampliación de cuatro a seis el número de comensales por mesa en las terrazas.