Pastelería
¿Dónde se comen las mejores palmeritas de chocolate?
Los seis obradores de la localidad madrileña de Morata de Tajuña exponen durante este fin de semana los diferentes tipos de elaboración de este dulce
Una masa de hojaldre, bañada en almíbar y cubierta con diferentes tipos de chocolate nunca había sido famosa hasta que Morata de Tajuña, una localidad al sureste de la Comunidad de Madrid, comenzase a producirlas a finales de los años 70. Más gruesas y jugosas que las tradicionales se han hecho populares desde entonces y centenares de personas acuden hasta la localidad solo para adquirirlas.
Desde hace cinco años y después de un año de parón por la pandemia, vuelve en su cuarta edición la Feria de la Palmera. Durante el segundo fin de semana de diciembre, los seis obradores con los que cuenta esta localidad exponen en su Plaza Mayor los diferentes tipos que de este dulce elaboran. Con coberturas de diferentes sabores y esponjosos relleno, cientos de personas se aglomeran durante estos dos días para probarlas y adquirirlas.
Durante la primera jornada una palmera de grandes dimensiones se reparte entre todos los asistentes. Esta es elaborada por Pastelería La Torre, la primera que tomó la iniciativa de crear estos pecados dulces y que dada su popularidad, incitó al resto de establecimientos a sumarse a lo que es ya toda una tradición. Hoy estarán disponibles hasta las 18:00 horas y mañana, desde las 10:00 hasta las 15:00. Además, todos los asistentes podrán disfrutar de actividades gratuitas y familiares: castillos hinchables, música en directo, paseos en ponis, pasacalles y hasta visitas guiadas.
Para evitar aglomeraciones de todos los golosos que decidan acudir, algunos de los obradores han repartido sus delicias en otros puntos de la ciudad, como la plaza de la Iglesia o la zona ajardinada de la calle Real. Los seis obradores participantes han asegurado a LA RAZÓN que su éxito perdura durante todo el año, aproximadamente venden más de 60.000 kilos anualmente y en la pasada edición de esta feria se superaron las 120.000 unidades vendidas. A pesar de que el éxito de este fin de semana está más que asegurado, este medio ha querido conocer en profundidad los secretos de este dulce tan demandando y para ello ha hablado con cada uno de los establecimientos participantes.
Pastelería La Torre, los primeros
Lo que más caracteriza a las palmeras de Pastelería La Torre es que fueron las primeras que empezaron a hacerlas hace aproximadamente 55 años y lo que las ha convertido en toda una tradición. Elaboradas con materia primera de primera calidad, son completamente artesanales y están hechas con mucho amor. Cuentan con chocolate bombón que contrasta con el hojaldre tierno, lo que provoca que se deshaga una vez en boca. En este obrador podrá degustarlas de seis sabores diferentes: chocolate negro, Kinder, oreo, chocolate blanco, fresa y las más clásicas, las glaseadas. Según nos cuentan desde el obrador, este dulce empezó a tener fama a finales de los 70 y cada vez ha ido a más. Desde que se comenzó a realizar esta feria “ha ido en crescendo”. Además, ellos son los encargados de hacer la tradicional palmera gigante –de tres metros por tres metros- que reparten entre todos los asistentes.
Pastelería Real, chocolate puro
A pesar de que cada obrador tiene su estilo propio para elaborar las palmeras, en Pastelería Real tienen claro que es lo que caracteriza las suyas: el chocolate. Incomparable con el de los demás, pues el suyo es totalmente puro que preparan de forma manual “al baño maría”. Llevan cerca de 30 años haciendo palmeras de esta clase y en este obrador podrán degustarlas con sabor a chocolate blanco, negro, fresa, Kinder, glaseadas y de turrón, ideal para estas fechas. Así como el hojaldre, también hecho de forma manual. Confiesan que durante un fin de semana normal venden unos mil kilos y con la celebración de esta feria llegan a rondar los seis mil. No existe un secreto más allá de la realización de forma manual: sólo hay que probarlas para descubrir que son las mejores.
Panadería Conejo, el obrador más viejo del pueblo
Como bien dice Raúl, responsable de Panadería Conejo, todos en Morata de Tajuña hacen palmeras. En su caso fueron los terceros en empezar pero sí ocupan el primer puesto por ser el obrador más viejo del pueblo. Llevan más de cien años en el mismo sitio. Fue la crisis de 2006 lo que les motivó a lanzarse a la aventura de las palmeras, que entonces sólo se producían en las pastelerías. Con el paso de los años su venta ha ido aumentando hasta llegar a esta Feria de la Palmera. Se trata de un bollo de hojaldre el cual emborrachan en un almíbar que recubren con chocolate o con las diferentes opciones que existen. En el caso de esta panadería, no creen necesaria tanta variedad y optan por los sabores más tradicionales: chocolate negro, chocolate blanco y glaseadas. Es este pequeño obrados hacen todo como antiguamente y no quieren entrar en modernidades. Sus palmeras son un complemento más en una fábrica que lleva cien años luchando por servir al pueblo y a todo aquel que confía en sus productos de la mejor forma posible. De igual forma lo harán este fin de semana.
Panadería Paco-Pan, la única con relleno
En Panadería Paco-Pan llevan más de quince años preparando palmeras. Cuentan con las tradicionales de Morata de Tajuña, con un hojaldre bañado en almíbar y que cubren con chocolate, ahí es donde se esconde uno de sus secretos. No se trata de un chocolate normal, sino que lo realizan como un fondant. Esto hace que junto al hojaldre su volumen sea mucho mayor y su sabor sea más jugoso. Pero no es sólo esto lo que les diferencia del resto de pastelerías y obradores. Solo en esta panadería encontrarás palmeras rellenas, es decir, el hojaldre tradicional lo rellenan de nata, trufa, oreo o pistacho. Según confiesan a LA RAZÓN, sus ventas se mantienen durante todo el año, rondando las dos mil unidades a la semana, aunque hay semanas que puede variar según la temporada, por ejemplo en épocas de calor donde el número de ventas suele bajar.
Panadería Encarni, el equilibrio perfecto de dulzor
A pesar de ser una panadería, debido a la demanda que estaban teniendo en el municipio en Panadería Encarni lo vieron claro hace ya ocho años: ellos también tenían que comenzar a preparar palmeras. Allí las tienen de tres sabores, las más tradicionales: chocolate, chocolate blanco y glaseadas. Y a pesar de que en cada obrador tienen su propio almíbar y su propio hojaldre, su secreto dice estar en el chocolate. Confiesan que no es tan dulce como otros y que tiene el nivel justo de amargor, es decir el equilibrio perfecto para los que no son empalagosos. Esta panadería ha participado en las cuatro ediciones de la feria, pero la venta nunca decae.
La Dulcería, largas colas para probarlas
En La Dulcería llevan trabajando sin parar más de quince horas para llegar a este fin de semana tan esperado. Han participado en las cuatro ediciones de la Feria de la Palmera, pero llevan haciéndolas 23 años. Su producto sólo lo encontrarás en la pastelería, pues no venden a otros grandes establecimientos y podrás encontrarlas en cinco sabores distintos: chocolate normal crujiente, chocolate fondant, chocolate blanco, glaseadas y su sabor estrella, de manzana. A pesar de que aseguran que este fin de semana repercute en la venta del año, sus palmeras deben ser exquisitas pues en la última edición llegaron a provocar colas de hasta cuatro horas y media para poder comprarlas.
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