Patrimonio
Estos son los edificios históricos de Ciudad Lineal que serán protegidos
El Ayuntamiento de Madrid amplía el catálogo de inmuebles que deberán ser preservados. La lista supera los 700 bienes
Un cuarto de siglo después, el Catálogo de Edificios Protegidos de Madrid verá ampliados sus archivos. Concretamente, con más de 700 inmuebles. Algo que, como recuerdan desde el Área de Desarrollo Urbano que dirige Mariano Fuentes (Cs), no ocurría desde 1997. En algunos casos, esta ausencia se debía a la cercanía de estos edificios con el año 1980, fecha límite establecida por el Plan General de Ordenación Urbana. Así ocurre con el Edificio Castelar (1983) en el Paseo de la Castellana 50; o la Fundación Juan March (1975) en Castelló 77, que gozarán de protección después de que ayer, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobara inicialmente la modificación del Catálogo. Sin embargo, el nuevo listado también pretende incluir «elementos aislados» que supongan un vestigio del ambiente urbano «ya desaparecido o desfigurado». Siempre, eso sí, que respondan a «procesos de planificación urbana significativos para la historia del urbanismo de la ciudad». En ese supuesto se encuentra el entorno urbano de la Ciudad Lineal planificada por el urbanista Arturo Soria a finales del siglo XIX. Un nombre, precisamente, con el que se bautizó a la principal arteria del distrito.
Hay que recordar que la Ciudad Lineal que hoy vemos no es la que Arturo Soria tenía planificada. En su cabeza, ideó un cinturón urbano de más de 40 kilómetros que rodearía la ciudad desde Fuencarral –entonces pueblo– hasta Pozuelo de Alarcón. Su lema, «en la Ciudad Lineal, a cada familia una casa, en cada casa una huerta y un jardín». Sin embargo, las sucesivas crisis económicas, el escepticismo de las Administraciones ante lo que creían que era la locura de un visionario, y la propia muerte de Arturo Soria en 1920, provocaron que estemos ante un proyecto inacabado.
Sin embargo, muchos de los vestigios originales continúan en Ciudad Lineal. De hecho, el Ayuntamiento propone incorporar al Catálogo de Edificios Protegidos un total de 33 inmuebles presentes en el diseño original del urbanista. Uno de ellos es el conocido como Villa Rubín, la casa que Arturo Soria mandó construir en 1908 como residencia familiar. De hecho, Rubín era el apellido de su mujer. Edificada sobre una parcela de casi 5.000 metros cuadrados, de tres plantas y con 15 habitaciones, la finca fue incautada por el Estado tras la Guerra Civil, convirtiéndose en un hogar para huérfanos. Hoy funciona como residencia para menores extranjeros no acompañados.
Otro de los lugares a proteger por el Ayuntamiento es el Colegio Huérfanos de la Armada, en el 285 de Arturo Soria, y que aún hoy conserva su nombre y su función. Inaugurado en 1917 por Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia, la obra corrió a cargo de la Compañía Madrileña de Urbanización, creada por el propio Soria. Más de 60 alumnos integraron su primera promoción. Hoy, el Colegio Huérfanos de la Armada-Nuestra Señora del Carmen alberga todas las etapas educativas, desde Educación Infantil hasta Bachillerato, con una media de alumnos superior a los 700.
El Palacio de Villa Menchu es otro de los edificios que serán preservados en virtud del nuevo Catálogo. En este caso, el edificio fue noticia el pasado año debido a las sucesivas «okupaciones» que sufrió, lo que obligó a actuar a la Policía Municipal. Es más, los vecinos denunciaron que, durante el estado de alarma, el lugar fue utilizado para fiestas y botellones. Situado en el número 1 de la calle María Lombillo y actualmente propiedad de un banco, el edificio, obra también de Arturo Soria, es uno de los pocos palacetes modernistas que aún sobreviven en la capital.
Junto a estos casos, el Ayuntamiento también dotará de protección a aquellos edificios que se encuentren en los supuestos establecidos por la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid: palacios, casas señoriales, torreones y jardines construidos antes de 1900; fortificaciones de la Guerra Civil; e inmuebles singulares construidos antes de 1936 que entren dentro de la categoría de iglesias, ermitas, cementerios, conventos, molinos, norias, silos, fraguas, lavaderos, bodegas, teatros, cinematógrafos, mercados, plazas de toros, fuentes, estaciones de ferrocarril, puentes, canales y «viages» de agua. De este modo, algunos de los bienes a preservar serían la Ermita de la Torre en la Galiana de 1746; los pabellones de la antigua estación de Villaverde (1924); o el colegio de Santa Cruz.
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