Fiestas

El problema del ruido en el Orgullo: la ordenanza no se elimina, pero se rebajará

Cibeles sí que bajará los límites sonoros. Almeida promete que no hay cambios respecto a las fiestas de 2019

Un joven ondea la bandera del Orgullo en Madrid
Un joven ondea la bandera del Orgullo en Madridlarazon

La semana del Orgullo en Madrid, para la que se espera una afluencia inédita desde 2019, arrastra consigo una serie de polémicas municipales en torno a su celebración que propician un regreso caliente. A la no colocación de la bandera arcoíris en el Palacio de Cibeles, un gesto censurado por PSOE y Más Madrid y denunciado a la Fiscalía por la concejala del Grupo Mixto Marta Higueras, se suma una controversia que, en realidad, no es nueva: el ruido en los barrios que serán el epicentro del MADO 2022.

El Área de Medio Ambiente y Movilidad del Consistorio confirmó a este diario que el Ayuntamiento «no suspenderá los límites sonoros» establecidos en la ordenanza municipal para un área declarada como Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE). De hecho, el Ayuntamiento indican que dichos límites solo se suspendieron en los años 2016, 2017, 2018 y 2019, con Ahora Madrid gobernando en Cibeles. Algo, añaden que «deja desprotegidos a los vecinos frente al ruido».

Sin embargo, cuestión aparte es la superación de esos límites. El Área señala que «la celebración de actos en el medio ambiente exterior», con la utilización de equipos de amplificación sonora, está regulada en el artículo 19 de la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica. En su punto 1 establece que «el Ayuntamiento podrá autorizar, por razones de interés general o de especial significación ciudadana o con motivo de la organización de actos con especial proyección oficial, cultural, religiosa o de naturaleza análoga, la modificación o suspensión con carácter temporal de los niveles máximos de emisión sonora establecidos en el artículo 15». De hecho, ese ha sido el proceder del Consistorio desde el año 2008.

Cibeles confirma que «ya ha recibido la petición de los organizadores». Por tanto, «los servicios técnicos procederán a elaborar una autorización para esta cita que le permitirá modificar los límites sonoros establecidos en la normativa en el lugar y durante el tiempo en que se celebren los actos.

El año pasado, y a pesar de celebrarse con mucha menor afluencia y sin desfiles ni carrozas, también hubo quejas por parte de los vecinos. El motivo, el «macrobotellón» que se celebró en la plaza Pedro Zerolo, uno de los grandes centros de reunión de la festividad. Durante la madrugada, la Policía Municipal tomó la decisión de desalojar la plaza y protagonizó varias cargas. Una persona fue detenida por lanzar objetos a los agentes. No fue el único incidente. Los vecinos de Centro y especialmente los del barrio de Chueca denunciaron que situaciones similares se habían dado los días previos.

Hay que apuntar que, el pasado martes, durante la celebración del Pleno ordinario, se votó a favor de la «exención, por parte de la Junta de Gobierno, de los niveles sonoros máximos recogidos en la ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica, en los días y horas de celebración del pregón, los conciertos y la manifestación del Orgullo de Madrid». Una propuesta presentada por el Grupo Mixto y a la que PP y Vox votaron en contra. Sin embargo, el Ayuntamiento considera que dicha proposición no es vinculante.

Voto a favor de Cs

Se da la circunstancia de que Cs, socio del Gobierno presidido por José Luis Martínez-Almeida, también votó a favor de la medida. El pasado martes, el alcalde y Begoña Villacís desmintieron que exista una «guerra de banderas» en el Gobierno municipal, si bien Ciudadanos ha optado por colocar el estandarte arcoíris en las juntas de distrito que preside.

Por su parte, el alcalde aseguró ayer que el Ayuntamiento está poniendo «todos los medios» a su alcance para que el Orgullo no tenga «ninguna diferencia» respecto a la celebración de la semana LGTBI en 2019. En todo caso, reconoce, como ocurre con el tema del ruido, que quedan «flecos por cerrar. «Son flecos menores, pero necesarios para que el Orgullo, efectivamente, sea el de todos los años. Desde el Ayuntamiento estamos haciendo los deberes, y por tanto estamos poniendo todos los medios», aseguró ayer en una entrevista concedida a RNE.