Patrimonio

El Retiro de Madrid tendrá un nuevo mirador: este es el aspecto que tendrá la «Montaña de los gatos»

El Ayuntamiento remodelará el montículo creado por Fernando VII y que lleva 20 años sin uso

Recreación en 3D de cómo quedaría la parte más alta de la montaña de los gatos de El Retiro.
Recreación en 3D de cómo quedaría la parte más alta de la montaña de los gatos de El Retiro.A.M.

Durante las dos últimas décadas, unas vallas han rodeado el montículo artificial del parque del Retiro, situado en el punto donde se cruzan O’Donnell y Menéndez Pelayo. Se trata de la conocida como «Montaña de los gatos». Su sobrenombre se debe a que, antiguamente, los madrileños optaban por esta zona para abandonar sus mascotas. Sin embargo, sus orígenes tienen poco de «popular» y mucho más de «regio»: levantado en 1817 por orden de Fernando VII, el monarca lo ideó para su disfrute, y el de su familia, de las vistas de Madrid. Con el paso de los años, el espacio se ha ido deteriorando. Especialmente su interior, lugar que, ya en la segunda mitad del siglo XX, se utilizó para la celebración de exposiciones. En los años ochenta, incluso se barajó la posibilidad de derribar el montículo. Con todo, la idea de reutilizarlo y, por supuesto, remodelarlo, ha sido puesta sobre la mesa por distintos equipos municipales. De hecho, en 2018, coincidiendo con el 150 aniversario del parque, se convocó un concurso público para la rehabilitación del espacio. Finalmente, el concurso quedó desierto y, desde entonces, las condiciones de la edificación han ido a peor. El principal problema, las humedades, debido a las filtraciones de agua de lluvia, sobre todo en aquellos puntos en los que la estructura metálica, construida en los años 60, perfora el suelo del basamento.

Tal y como adelantó LA RAZÓN el pasado mes de mayo, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid autorizó un contrato y un gasto plurianual de 2.638.090 euros para llevar a cabo una remodelación integral de la montaña. Desde el Área de Medio Ambiente y Movilidad que preside Borja Carabante, impulsora del proyecto, calculaban que el plazo de ejecución de las obras será de siete meses, dando comienzo el próximo septiembre. Ahora, la memoria del proyecto, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, permite ver cuál sería el resultado de unos trabajos que, previsiblemente, estarían finalizados en la primavera de 2023.

Planta general del diseño de la obra
Planta general del diseño de la obraAyuntamiento de MadridAyuntamiento de Madrid

Básicamente, las obras consistirán en respetar la estructura original, formada por una cúpula de 14 metros de diámetro y 11 de altura. Así, los trabajos en la parte exterior incluyen la reconstrucción de la plataforma de observación del templete original, cuyo óculo será cubierto con una estructura ligera de vidrio y acero inoxidable de planta hexagonal. Esta nueva estructura sustituirá a la actual, que data de los años sesenta del pasado siglo, además de una serie de añadidos en los años ochenta. Y es que estos elementos, «no originales», serían los causantes de las filtraciones y del acumulado de agua. Por contra, la nueva estructura servirá para «recoger las aguas y conducirlas en superficie por la Montaña, hasta su recogida y canalización a desagüe».

Asimismo, con esta solución, se busca tener «la menor incidencia estética posible», además de que se recuperaría esa función de «mirador» con la que Fernando VII hizo construir la montaña a principios del siglo XIX.

En cuanto el interior de la bóveda, el documento señala que la propuesta sólo trata de renovar el aspecto de la misma, ya que «no es necesaria una consolidación más estructural». «Se trata de dejar que la superficie “respire”, evaporando la humedad natural de la tierra que forma la Montaña», aseguran.

En lo que respecta al interior de la Montaña, además de la limpieza de los paramentos, se introducirán «elementos de carpintería» y se construirá un «suelo técnico» que permita ocultar la dotación de las instalaciones necesarias. Mientras, las cuatro galerías existentes, de entre 15 y 25 metros de longitud y de tres metros de ancho, serán impermeabilizadas. También se proyecta recuperar la estancia en la que se encuentran los aseos, actualmente en estado de abandono.

Recreación en 3D de cómo quedará la parte más alta de la montaña de los gatos de El Retiro
Recreación en 3D de cómo quedará la parte más alta de la montaña de los gatos de El RetiroAyuntamiento de MadridAyuntamiento de Madrid

Una parte importante del plan incluye la puesta en marcha de una serie de «cascadas históricas» que datan de la época de construcción de la Montaña de los gatos. Si bien «no está claro cómo se desarrolló el funcionamiento primigenio» de estas instalaciones, sí que se ha constatado que las modificaciones y restauraciones llevadas a cabo en las mismas «siempre han terminado en una situación que las deja deshabilitadas y sin funcionar».

La «cascada nº 1», según consta en el proyecto, se encuentra situada en la zona este de la Montaña, mirando hacia la calle Menéndez Pelayo. Es una instalación con un vaso de forma irregular de la que surge un riachuelo. Mientras, la «cascada nº 2» se sitúa en el lado opuesto de la anterior, en lo que se podría considerar el lado suroeste de la Montaña, dando su cara hacia el interior del Jardín del Buen Retiro. Una cascada, apuntan, «más compleja y de mayores dimensiones que la anterior». A estas dos habría que añadir un «tercer juego de agua», introducido a posteriori, de inferior tamaño, y ubicada en el lado oeste del montículo.

Actualmente, los vasos de estos ingenios acuáticos se encuentran «bastante deteriorados por el paso del tiempo y la falta de funcionamiento». Además, con el devenir de los años, la vegetación ha ido invadiendo el curso de las rías y las cascadas. Además de eliminar esta vegetación, el proyecto pretende actualizar el sistema hidráulico, «siendo más respetuoso con la rehabilitación histórica de los vasos». Así, se realizarán «tres instalaciones gemelas pero independientes» con el fin de que estas fuentes, dos décadas después, vuelvan a brotar.