
Verde
La falta de control de la UE llena el mercado de pesca ilegal
La UE es unos de los principales compradores de productos pesqueros del mundo

Un informe de la EU IUU Fishing Coalition, integrada por la Environmental Justice Foundation (EJF), Oceana, The Nature Conservancy, The Pew Charitable Trusts y WWF UE, revela que los controles de importación de la UE y la aplicación inadecuada de la legislación vigente por los Estados miembros están permitiendo la entrada de productos pesqueros ilegales en el mercado. El viejo continente es el mayor importador mundial de productos pesqueros y, sin embargo, el análisis revela que algunos países han incumplido incluso los controles más básicos sobre las importaciones. Por ejemplo, en 2022 y 2023, Italia solo verificó un certificado de captura cada año. Portugal verificó cinco al año entre 2020 y 2023, rechazando solo dos envíos.
El análisis, que examinó la aplicación del Reglamento de la UE sobre la pesca INDNR entre 2020 y 2023, revela que algunos países han incumplido sistemáticamente incluso los controles más básicos sobre las importaciones de productos pesqueros. Esto les expone a un alto riesgo de importar productos asociados a delitos contra las personas y el medio ambiente. Varios Estados miembros están descuidando la investigación adecuada de los envíos de productos pesqueros procedentes de países de alto riesgo, al no verificar continuamente los certificados de captura destinados a demostrar que el pescado ha sido capturado legalmente.
Según el informe, aunque España inspecciona más del 70% de los desembarques directos, su rendimiento se ve socavado por el enfoque laxo de otros Estados. Este mosaico de medidas de control crea oportunidades para que los productos pesqueros ilegales lleguen al mercado de la UE a través de los puntos de entrada más débiles.
Además, la Coalición destaca que, aunque la digitalización de los controles de importación mediante el sistema CATCH es un paso positivo, las soluciones tecnológicas por sí solas no pueden resolver fallos sistémicos, como la necesidad de aumentar las inspecciones físicas de los desembarques directos. «Quince años después de la entrada en vigor del Reglamento de la UE sobre la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, aunque ha tenido múltiples efectos positivos, los Estados miembros siguen sin hacer lo suficiente para proteger a los consumidores, a los pescadores legales y a nuestros océanos», comenta Steve Trent, CEO y fundador de la Environmental Justice Foundation.
Por su parte, Thomas Walsh, coordinador de la EU IUU Fishing Coalition, afirmó: «En toda la UE, el número de importaciones a las que se ha denegado la entrada al mercado sigue siendo sorprendentemente bajo, incluso en los principales países importadores de productos pesqueros, como Italia y Portugal. A esta situación se suma el incumplimiento generalizado por parte de algunos Estados miembros de su obligación legal de inspeccionar al menos el 5% de los desembarques directos de buques no pertenecientes a la UE. El caso más preocupante es el de los Países Bajos, que siguen recibiendo grandes volúmenes de productos pesqueros procedentes de Estados del pabellón de alto riesgo, como Rusia, y aún así no cumplen este requisito mínimo de inspección».
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