Independentismo

Y por si fuera poco, surge el cantonalismo

Ha surgido un planteamiento, parece que localizado justamente en La Línea de la Concepción, para que allí surja un «autogobierno»

Ante convicciones federales, para no molestar a los separatistas alzados en Cataluña y en el País Vasco, con novedades de cierta entidad, sobre todo en Valencia, Baleares y Navarra, e incluso para atender en otros lugares posibilidades favorables de tipo electoral, nos encontramos con una situación nueva que ha surgido en La Línea de la Concepción. Asoma ahí la cabeza el famoso movimiento cantonalista. Por eso, conviene recordar lo que expone en su Historia política de la España contemporánea, el gran historiador que fue Melchor Fernández Almagro, quien nos señaló, para siempre, que en España, cuando surgió el proyecto de Constitución Federal, al aparecer la I República, cristalizó este intento cantonalista, que provocó de inmediato, no sólo una crisis, sino una catástrofe económica. El cantonalismo derivaba, por definición, de un afán localista, insolidario y suspicaz, a la vez que ingenuo y de tono sentimental, características señaladas adecuadamente por Fernández Almagro, y que comienzan a dar ahora, otra vez, nuevos pasos. En el siglo XIX y también en el XXI, automáticamente eso originó y origina una ruptura radical de la unidad de mercado, con lo que se esfuma la garantía de un adecuado desarrollo económico; mas, el espíritu cantonal se encoge de hombros ante ello.

¿Y eso es lo que comienza a aparecer en el Campo de Gibraltar y, concretamente, en La Línea de la Concepción? Esta cuestión se relaciona con un abandono de nuestra política exterior, que, últimamente, impresiona por su visión inadecuada para los intereses nacionales. Por eso, conviene indicar lo que ha generado este problema, que puede multiplicarse en variadas Comunidades Autónomas.

En Gibraltar, como respuesta a las consecuencias causadas por la política exterior de Castiella, se escuchó un consejo lanzado por Hayek, quien, en una especie de excursión mediterránea, consideró que en el Peñón podía desarrollarse una situación de libertad fiscal completada con organizaciones crediticias libérrimas que atrajesen una enorme cantidad de entidades, acarreando, a través del sector servicios, un colosal desarrollo económico para Gibraltar. Naturalmente, esto tenía que enlazarse con el problema derivado de que el Reino Unido estaba integrado en el conjunto económico europeo, y que, en ciertos puntos de esa Europa Unida, se mantenían especiales características fiscales y financieras, atractivas para el mundo financiero internacional y con tolerancia por parte de los países fronterizos. Para mantener esa situación europea, masivamente votó en contra del Brexit la población de Gibraltar, cuyo nivel de renta, al relacionarse con esta situación, se había ampliado extraordinariamente. Téngase en cuenta que los últimos datos de los ingresos por habitante correspondientes a Gibraltar superan a los de los Estados Unidos. Naturalmente, desde el punto de vista macroeconómico, al ser Gibraltar, al mismo tiempo, un punto clave como base aeronaval militar, el Sector Servicios no resultó afectado en la zona; pero sí se impidió, pese al complemento magnífico de la Bahía de Algeciras, una colosal aparición de un distrito industrial que hubiera causado un gran impacto positivo en las provincias de Cádiz, Sevilla, y Málaga. Esto es evidentemente. El beneficio, pues, quedó sólo vinculado a las zonas inmediatas, y eso sitúa, en primer lugar, a La Línea de la Concepción.

Pero, nos surge otro problema. Los planteamientos del Reino Unido sobre las aguas territoriales españolas, crean una falta de especial vigilancia en ellas, por parte de España, y eso facilita el llamado narcotráfico. Así, se ha visto que parte de su albergue quedaba también vinculado a la zona más cercana geográficamente a las pretendidas «aguas gibraltareñas». Es ahí donde surge –como había ocurrido en el XIX, con organizaciones contrabandistas–,un paralelismo contemporáneo a lo que se denominó, por tener allí las bases, «bandolerismo andaluz». Ahora eso se traslada al narcotráfico.

Tal conjunto de circunstancias tiende a crear, por sus rendimientos económicos, mejoras especiales en ciertas localidades, y para que eso se consolide, ha surgido un planteamiento, parece que localizado justamente en La Línea de la Concepción, para que allí surja un «autogobierno», basándose en posibilidades jurídicas derivadas de planteamientos crecientes provocados para mantener, parlamentariamente, al actual Gobierno.

Todo está enlazado, como ocurrió con la I Republica: el autogobierno, el mantenimiento de la economía financiera y fiscal de Gibraltar, la presencia de una base militar con complemento de armamento nuclear, y la inacción de nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores. Y no digamos si en sus cercanías surge una tesis cantonal progresiva.

Se ha abierto la puerta hacia algo que, ya de inmediato, es intolerable y no digamos si, con los apoyos creados por administraciones políticas rabiosamente separatistas, eso surge en otras regiones.