Alimentación

Investigadores del CSIC demuestran que el aceite de orujo de oliva baja el colesterol

Además mejora la sensibilidad a la insulina en comparación con el aceite de girasol y el girasol alto oleico

El consumo regular de aceite de orujo de oliva tiene efectos positivos ante la enfermedad cardiovascular
El consumo regular de aceite de orujo de oliva tiene efectos positivos ante la enfermedad cardiovascularLa RazónLa Razón

Investigadoras del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han demostrado que el consumo regular de aceite de orujo de oliva puede tener efectos positivos en la salud cardiovascular y en patologías asociadas, como la diabetes y la obesidad.

La investigación española ha durado cuatro años, en los que se han llevado a cabo dos estudios clínicos en el que participaron 132 voluntarios sanos y con el colesterol altos (hipercolesterolémicos). Durante ese tiempo se comparó el efecto del aceite de orujo de oliva con el aceite de girasol y el girasol alto oleico.

Los resultados del experimento demostraron que el consumo regular de aceite de orujo de oliva tiene efectos positivos ante la enfermedad cardiovascular, tanto en el grupo de sujetos sanos como en el grupo de riesgo (voluntarios hipercolesterolémicos). De esta forma, “se observó una mejora del perfil lipídico en sangre en los sujetos gracias a un descenso de los niveles de colesterol total y de las lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol malo)”, según ha informado el CSIC.

Además, el consumo de aceite de orujo de oliva también disminuyó significativamente el perímetro de la cintura en los dos grupos analizados, un marcador esencial en la evaluación de los pacientes con obesidad por su asociación con un mayor riesgo cardiometabólico, y mejoró los biomarcadores relacionados con la resistencia y la sensibilidad a la insulina.

En el caso del grupo de consumidores sanos, el beneficio de un consumo regular de aceite de orujo de oliva también se trasladó al marcador de estrés oxidativo, considerado como una condición fisiopatológica asociada a un mayor riesgo cardiovascular.

En cuanto a la diabetes mellitus tipo 2, “los resultados del estudio han demostrado un descenso en los niveles de insulina y en el índice de resistencia a la insulina (HOMA-IR), asociados a un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, mejorando en cambio la sensibilidad tisular a insulina, lo que podría implicar un menor riesgo de padecer diabetes”, según el estudio realizado por el CSIC.

El método utilizado para realizar el estudio consistió en dividir a los participantes en dos grupos para consumir el aceite de orujo de oliva o el aceite control durante cuatro semanas. Pasado este tiempo y tras una fase de lavado, se cruzaron los participantes para consumir el otro aceite durante el mismo tiempo, otras cuatro semanas. “Los estudios eran ciegos, por lo que los voluntarios desconocían el aceite que les proporcionábamos en cada etapa y que consumían a razón de 45 gramos al día. Tenían restringido el consumo de otras fuentes dietéticas grasas”, ha explicado la investigadora del CSIC en el ICTAN Raquel Mateos Briz.

Alperujo

El aceite de orujo de oliva se obtiene a partir del alperujo, un producto compuesto por los restos de aceituna que quedan tras extraer el aceite de oliva virgen. España es el primer productor mundial de aceite de orujo de oliva, con una media de 120.000 toneladas anuales de las que exporta el 85%. Este tipo de aceite se caracteriza por su durabilidad, rentabilidad y sabor neutro, y presenta una composición rica en ácido oleico y con compuestos bioactivos de alto interés nutricional.

Los resultados de la investigación han sido publicados en las revistas European Journal of Nutrition, Nutrients y Foods.