Así se prepara el té de moda que reduce grasas almacenadas

Los alimentos probióticos, conocidos por sus múltiples beneficios para la salud, están ganando terreno en las tendencias de alimentación saludable. Entre ellos, la kombucha destaca por su capacidad para actuar como una barrera contra las bacterias nocivas en el aparato digestivo, facilitando la digestión y aportando otros múltiples beneficios.

La historia de la kombucha se remonta al año 221 a.C. en China, donde inicialmente fue disfrutada por la aristocracia antes de ganar fama mundial por sus supuestos poderes curativos. Hoy en día, la kombucha se ha popularizado en España, encontrándose tanto en tiendas ecológicas como en supermercados y en las cartas de bares y restaurantes.

Siendo una bebida fermentada de origen chino, es conocida por su bajo contenido calórico, con solo 30 calorías por cada 100 mililitros, y su riqueza en probióticos. Aunque la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que su valor nutricional, fuera de la vitamina B y algunos aminoácidos, puede ser limitado, sí reconoce los beneficios de sus bacterias y levaduras para reforzar el sistema inmunológico.

Cómo preparar la kombucha

El proceso de elaboración de la kombucha es simple: agua, té negro o verde, azúcar orgánica y un scoby, un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras. Tras hervir el agua y añadir los ingredientes, la mezcla debe reposar y fermentar, lo que da como resultado una bebida ligeramente ácida que contiene minerales, vitaminas y ácidos orgánicos.

Se elabora dejando fermentar un hongo en una infusión de té verde o negro azucarado durante al menos diez días, adquiriendo así un sabor avinagrado. Este hongo se puede adquirir en tiendas dietéticas y ecológicas. Aunque se puede adquirir la bebida completa en tiendas, es importante destacar que los productos comerciales pasteurizados que se venden como kombucha probablemente no ofrecen los mismos beneficios. Además, para ser considerada saludable, no debe contener más de 5 g de azúcar por cada 100 ml.

Estos son los beneficios para la salud de beber kombucha

Los beneficios de la kombucha son variados: contiene enzimas, vitaminas B y C, ácidos orgánicos esenciales, y minerales como hierro y magnesio. Actúa como antioxidante, antibacteriano, y antiinflamatorio, y es conocida por sus propiedades hidratantes y por apoyar la salud digestiva y el sistema inmunológico.

Un estudio publicado en PLOS Genetics sugiere que esta bebida podría tener un impacto positivo en el metabolismo de las grasas. Al alimentar gusanos con microbios de kombucha, los investigadores observaron cambios metabólicos similares a los del ayuno, incluyendo una reducción de grasas almacenadas.

Además, otro estudio clínico llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud de la Universidad de Georgetown, la Universidad de Nebraska-Lincoln y MedStar Health (Estados Unidos) ha demostrado que el consumo de kombucha puede ayudar a disminuir los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2.