Alimentación y bienestar

Los cuatro alimentos que una nutricionista oncológica desaconseja por sus riesgos para la salud

Se trata de productos procesados, con azucares añadidos, aceites refinados o aditivos, que no poseen beneficios nutricionales

Nevera de supermercado
Nevera de supermercadoistock

Para nadie es un secreto que la alimentación es parte clave en nuestro estado de salud. Si comemos bien, por añadidura nos sentiremos bien. No obstante, con las prisas del día a día es usual que caigamos en malos hábitos alimenticios, productos ultraprocesados, cargados de conservantes, químicos u aditivos insanos para nuestro cuerpo ya que son más fáciles de cocinar y prácticos para transportar.

Cuando hacemos la compra en supermercados es importante tener en cuenta que la gran mayoría de alimentos que allí se venden han pasado por largas fases para su fabricación. Muchos de esos procesos incluyen el añadido de ingredientes que no son buenos para nuestra salud, en particular para esas personas que están pasando por tratamientos oncológicos o tienen alguna enfermedad preexistente.

Los cuatro alimentos que debemos evitar por salud

La nutricionista especialista en oncología, Rafaela Rodríguez, nos comparte los cuatro alimentos que debemos evitar en el supermercado debido a los ingredientes con los que están fabricados: salchichas o carnes similares, margarinas, yogures con sabores azucarados o edulcorados y pan de molde.

En primer lugar tenemos las salchichas y otras carnes procesadas. El problema es que suelen tener alto contenido en sodio, grasas saturadas, y conservantes como nitritos y nitratos. Estos, al ser ingeridos regularmente, han sido asociados con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, hipertensión y ciertos tipos de cáncer, especialmente el cáncer colorrectal.

Otro alimento que es mejor evitar es la margarina, especialmente aquellas que contienen grasas trans. Aunque se promueven como alternativas más saludables a la mantequilla, muchas margarinas contienen aceites hidrogenados. Estos pueden elevar los niveles de colesterol LDL (el "malo") y reducir los niveles de colesterol HDL (el "bueno"), aumentando así el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Si bien el yogur en su forma natural es una fuente saludable de probióticos, proteínas y calcio, los yogures comerciales con sabores a menudo tienen un alto contenido de azúcar, lo que contribuye al aumento de peso, resistencia a la insulina y, en el largo plazo, a la diabetes tipo 2. Eso sin mencionar que los edulcorantes artificiales, aunque no aportan calorías, pueden alterar el metabolismo.

Finalmente, el pan de molde, dependiendo de sus ingredientes, es otro alimento a evitar. Muchos panes de molde comerciales contienen azúcares añadidos, grasas saturadas, conservantes, y otros aditivos para mejorar su textura y prolongar su vida útil. Además, suelen estar hechos con harinas refinadas, que han sido despojadas de la mayoría de sus nutrientes, incluyendo fibra, vitaminas y minerales. Esto significa que puede contribuir a picos de glucosa en sangre y falta de saciedad, promoviendo el aumento de peso y afectando la salud metabólica.