Riesgo
Este herbicida de uso común es perjudicial para el cerebro de los adolescentes
Los trastornos mentales y algunas enfermedades crónicas en jóvenes se han disparado, y la exposición a contaminantes neurotóxicos podría explicar una parte de este aumento
Los herbicidas son la clase de pesticidas más utilizada en todo el mundo, con usos en la agricultura, los hogares y la industria. Y ahora, un estudio de la Escuela Herbert Wertheim de Salud Pública y Ciencia de la Longevidad Humana, en la Universidad de California en San Diego, afirma que la exposición a dos de los herbicidas más populares se asoció con una peor función del cerebro de los adolescentes.
"Muchas enfermedades crónicas y trastornos mentales en adolescentes y adultos jóvenes han aumentado en las últimas dos décadas en todo el mundo, y la exposición a contaminantes neurotóxicos en el medio ambiente podría explicar una parte de este aumento", apunta el profesor José Ricardo Suárez, autor principal de la investigación.
"Cada vez más, las ideas e intentos de suicidio, junto con las autolesiones, depresión, ansiedad... constituyen un grave problema de salud mental en adolescentes sobre el que es necesario tomar medidas preventivas, educativas, de detección y asistenciales para los menores de edad que lo están sufriendo". Benjamín Ballesteros, director técnico de Fundación ANAR.
De hecho, las conductas suicidas se han duplicado en adolescentes de 11 a 15 años en España, según el jefe del Servicio de Información Toxicológica del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, José Luis Conejo Menor.
Ante estas cifras, el nuevo estudio informa de un factor que no siempre se tiene en cuenta: los neurotóxicos en el medio ambiente. Por ello, los investigadores midieron las concentraciones de metabolitos de dos herbicidas de uso común, el glifosato y el ácido 2,4-diclorofenoxiacético (2,4-D), así como del repelente de insectos DEET en muestras de orina recogidas en 2016 de 519 adolescentes, de entre 11 y 17 años, que vivían en el cantón agrícola de Pedro Moncayo, Ecuador.
Posteriormente, los expertos analizaron el rendimiento neuroconductual de los jóvenes, a través de su nivel de atención, su memoria y aprendizaje, el lenguaje, el procesamiento visoespacial y la percepción social. Los resultaros fueron nulos para el repelente de insectos, pero mostraron una relación entre los dos herbicidas, glifosato y 2,4-D, y la afectación de las funciones cerebrales en los niños.
Qué es el glifosato y por qué es peligroso
El glifosato es un herbicida no selectivo, es decir que se utiliza para eliminar a la mayoría de las plantas o "malas hierbas". Usado en muchos cultivos, incluidos el maíz y la soja, y para el control de la vegetación en entornos residenciales de la zona de estudio, se detectó en el 98% de los participantes.
Por todo el mundo, el glifosato se emplea comúnmente en el proceso de preparación del campo antes de la siembra, para la limpieza del terreno. De hecho, es el herbicida más utilizado a nivel mundial, generando millones de dólares por sus ventas.
Si bien el uso del glifosato en productos agrarios está prohibido por la Unión Europea (no así para la eliminación de las malas hierbas), su uso para este fin está autorizado en un gran número de países terceros con los que la UE mantiene relaciones comerciales. Tal y como recoge este artículo de La Razón, los agricultores europeos declaran que la llegada de productos para consumo humano tratados con este producto es real y supone una "competencia desleal" para quienes no los usan.
Por su parte, el 2,4-D, es un herbicida de hoja ancha utilizado en céspedes, zonas acuáticas y cultivos agrícolas. En este caso, esta sustancia se detectó en el 66% de los participantes. Además, cabe destacar que el 2,4-D ha sido evaluado por la Unión Europea e incluido en su lista de pesticidas aprobados.
En el estudio, las cantidades más elevadas de 2,4-D en orina se asociaron con un menor rendimiento neuroconductual en los ámbitos de la atención y el control inhibitorio, la memoria y el aprendizaje, y el lenguaje. Por su parte, el glifosato en orina se asoció con puntuaciones más bajas sólo en percepción social.
"Hay un uso considerable de herbicidas e insecticidas con potencial de exposición para niños y adultos"
Tras la introducción de los cultivos modificados genéticamente resistentes al glifosato en 1996 y los cultivos resistentes al 2,4-D en 2014, se han producido aumentos sustanciales en el uso de glifosato y 2,4-D, convirtiéndolos en los herbicidas más utilizados en el mundo, escriben los autores.
"Hay un uso considerable de herbicidas e insecticidas en las industrias agrícolas en los países desarrollados y en todo el mundo, lo que aumenta el potencial de exposición para niños y adultos, especialmente si viven en zonas agrícolas, pero no sabemos cómo afecta a cada etapa de la vida", declara Briana Chronister, primera autora del estudio.
Estudios anteriores han relacionado la exposición a algunos de los insecticidas más utilizados con alteraciones del rendimiento neurocognitivo, mientras que otros insecticidas también pueden afectar al estado de ánimo y al desarrollo cerebral.
"Cada año se lanzan al mercado cientos de sustancias químicas nuevas, y en la actualidad hay registradas más de 80.000 sustancias químicas", afirma Suárez. "Lamentablemente, se sabe muy poco sobre la seguridad y los efectos a largo plazo en los seres humanos de la mayoría de estas sustancias químicas. Se necesita más investigación para comprender realmente su impacto".
En la actualidad, el 20% de los adolescentes y el 26% de los adultos jóvenes de todo el mundo padecen trastornos mentales diagnosticables, como ansiedad, depresión, impulsividad, agresividad o trastornos del aprendizaje, según el trabajo.
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