Salud

Qué significa morderse las uñas constantemente, según la psicología

El psicólogo Pablo Ramos Fernández explica lo que hay detrás de esta manía tan común

Qué significa morderse las uñas constantemente según la psicología
Qué significa morderse las uñas constantemente según la psicologíaPhotosProLa Razón

Este es un simple gesto que mucha gente hace sin darse cuenta. Ya sea viendo una peli, comiendo o incluso mientras esperas a algo o alguien esta simple manía que aparece en todos los momentos del día está directamente relacionada con cómo gestionas tus emociones.

¿Qué significa morderse las uñas en psicología?

La onicofágia (morderse las uñas) está ligada a un componente psicológico muy marcado, más allá de lo estético. De acuerdo con el psicólogo Pablo Ramos Fernández, de Blua de Sanitas: "El hábito suele ser una manifestación externa de una tensión interna que se está gestionando de forma desadaptativa".

En otras palabras, morderse las uñas está vinculado a la necesidad de liberar tensión o controlar emociones incómodas que no sabemos como regular. "Es una na forma inconsciente de autorregulación emocional".

A largo plazo, su persistencia suele indicar cierta dificultad para gestionar el malestar de manera adaptativa. Es decir, tu cerebro acaba asociando el momento de tensión con el acto de morderte las uñas de manera que aprende a llevar a cabo este patrón cada vez que surge una situación parecida, convirtiendo así el gesto en un tic nerviosos.

Un gesto de ansiedad y estrés

Este además suele aparecer como respuesta al nerviosismo, el aburrimiento o el perfeccionismo. Se trata de una forma de automanipulación sensorial para calmarse en entornos muy estimulantes o en situaciones que se perciben como excesivamente monótonas.

Es simplemente una forma rápida de desestresarse en lugar de lidiar con el problema. Esta es la razón por la que muchas personas pueden notar que lo hacen más a menudo en situaciones de mucho estrés como exámenes, cambios laborales o conflictos personales.

Aunque no todo el mundo que se muerde las uñas tiene problemas mentales, es un gesto es muy común en personas con cuadros clínicos de ansiedad, estrés o baja tolerancia a la frustración.

¿Cuándo morderse las uñas pasa a ser una conducta compulsiva?

Cuando un gesto se vuelve repetitivo, difícil de controlar y aparece incluso sin estrés aparente estamos ante una conducta compulsiva. Es en este punto en el que el gesto deja de ser algo puntual y se convierte en una conducta irreflexiva. “Muchas veces, la persona lo hace sin darse cuenta y es incapaz de detenerlo por sí sola”, cuenta Ramos.

En algunos casos, estas manías pueden llegar incluso a interferir en tu vida diaria, provocar dolor o daños visibles, o generar vergüenza o malestar emocional.

¿Qué tipo de personas son más propensas a morderse las uñas?

Aunque cualquier persona puede desarrollar esta manía esta tiende a ser más común en niños y adolescentes, ya que todavía no saben regular sus emociones.

En adultos, es habitual que el hábito se mantenga si viene desde la infancia, aunque también puede aparecer en momentos concretos de alto estrés laboral, cambios vitales o conflictos emocionales.

¿Porque me alivia el morderme las uñas?

La acción de morderse las uñas provoca una reacción neurológica que "activa circuitos cerebrales relacionados con el placer y la reducción de la tensión”, detalla Ramos. Esta acción repetitiva y predecible genera una sensación de falso control y estabilidad que tu cerebro asocia a la disminución del malestar.

El problema es que este alivio es muy breve y suele venir seguido de culpa y frustración al ver las uñas dañadas y descuidadas. Además, morderse las uñas puede provocar la vergüenza, la baja autoestima o la frustración de la persona por no ser capaz de dejarlo.

En el ámbito social esto puede afectar a la imagen personal, sobre todo en en entornos profesionales o en eventos donde las manos están a la vista. “Algunas personas incluso evitan dar la mano o participar en actividades para no mostrar sus uñas”, explica el psicólogo.

¿Cómo puedo dejar de morderme las uñas?

Abandonar este hábito es perfectamente posible, pero requiere de un esfuerzo y mucha constancia de la persona y en algunos casos, incluso ayuda profesional.

En el ámbito de la psicología se han popularizado las terapias cognitivo-conductuales, que buscan ayudar al paciente a identificar los detonantes, tomar conciencia del gesto y sustituirlo por conductas más saludables.

En la vida cotidiana pueden emplearse recursos como barnices amargos, guantes o elementos que eviten el contacto con la boca o mantengan las manos ocupadas (pelotas antiestrés, objetos pequeños para manipular, etc.).