Mundo animal

Bultos, protuberancias y tumores en mascotas: esto es lo que debes saber

Es muy probable que a lo largo de la vida de nuestro animal de compañía podamos notar algún bulto o inflamación en su cuerpo. Pueden ser consecuencia de un problema de salud y requieren de un diagnóstico veterinario

Fotografía editada de un perro (Pixabay: Sponchia)
Fotografía editada de un perro (Pixabay: Sponchia)SponchiaCreative Commons

A lo largo de la vida de nuestro mejor amigo, es más que posible que en alguno de sus territorios orgánicos aparezca un abultamiento, un quiste, una «masa» que anteriormente no habíamos podido apreciar; los tumores, benignos o malignos, son problemas desgraciadamente frecuentes en nuestros animales de compañía.

Cuando un propietario encuentra un bulto en su mascota, deberá plantearse inmediatamente unas sencillas preguntas antes de acudir al veterinario:

- ¿Es la primera vez que observo este bulto?

- ¿Tiene otros similares o diferentes en alguna otra parte de su cuerpo?

- ¿Desde cuando tiene el bulto?

- ¿Le duele si se lo toco?

- ¿Está «caliente» el bulto o la zona que lo rodea?

En el veterinario

Una vez en la consulta, el profesional nos realizará una serie de preguntas y realizará una exploración física completa con el fin de obtener el mayor numero de datos posibles. Tras el examen físico comenzarán las pruebas que el profesional considere necesarias:

- Analítica sanguínea (hemograma y bioquímica).

- Análisis de orina.

- Radiografías: de la zona del abultamiento y zonas próximas, así como radiografías del tórax. La radiografía de tórax se realiza para descartar una posible existencia de metástasis pulmonares en casos de tumores malignos (cáncer).

- Ecografía: ayuda al profesional a diferenciar masas de origen quístico de masas sólidas, así como a valorar los órganos afectados y en que extensión.

- Resonancia magnética (prueba diagnostica de aplicación principal en tumoraciones del sistema nervioso central).

- Biopsia: existen dos variantes: la citología y el examen histopatológico. En ambos casos la prueba va encaminada a conocer las características de la masa, así como su benignidad o malignidad.

Con esta batería de pruebas tendremos un diagnóstico certero del tipo de bulto, del grado de malignidad y de los posibles tratamientos a seguir.

Tratamiento del cáncer

El objetivo del tratamiento del cáncer es lograr una cura o, como mínimo, la remisión. Se pretende mejorar la calidad de vida y aumentar el tiempo de supervivencia. El cáncer generalmente se trata utilizando uno o varios de los siguientes métodos:

- Cirugía: se emplea generalmente en neoplasias localizadas o regionales. Es el tratamiento más empleado contra el cáncer.

- Quimioterapia: es la única modalidad de tratamiento que se extiende a todo el cuerpo del animal. En España son muchos los veterinarios que disponen de los medios y de las técnicas adecuadas para realizar este método de tratamiento.

- Radioterapia: esta técnica se aplica para tumores locales o regionales; su utilización no es habitual por la falta de centros de referencia en su aplicación.