Salud

Viruela del mono: hasta cuándo se es contagioso y cuáles son los tratamientos disponibles

Sanidad ha confirmado siete casos de la infección en Madrid e investiga 24 sospechosos. Los afectados evolucionan positivamente y se encuentran aislados en sus domicilios

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han activado la alerta sanitaria por la viruela del mono tras la confirmación de siete casos de la enfermedad en España y 24 más en estudio. Por el momento, Portugal ha confirmado cinco casos y analiza más de 20 como sospechosos, mientras que Reino Unido ha notificado nueve casos. El único elemento común a todos los contagiados es que los afectados son hombres que mantienen habitualmente relaciones sexuales con otros hombres, lo que, con muchas reservas, podría apuntar a una posible transmisión sexual.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, comentó este miércoles en una entrevista en El Objetivo de La Sexta,, que aunque la evolución de la viruela del simio es buena, sin gravedad, reconoció que la Ponencia de Alertas junto con el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias han elaborado un protocolo de detección precoz de la enfermedad que se distribuirá a las personas con la sintomatología y para saber cómo actuar así como para la actuación del personal sanitario. Asimismo, lanzó una serie de recomendaciones para todos aquellos que tengan síntomas compatibles con la enfermedad como erupciones cutáneas, dolores musculares y fiebre. Además, precisó que se debe contactar telefónicamente con el centro de salud, aislarse en el domicilio y evitar el contacto físico con personas y mascotas hasta que desaparezcan las erupciones cutáneas.

Los síntomas de la viruela del mono son similares a la ya erradicada viruela, aunque algo más leves. Estos incluyen fiebre, dolor de cabeza, muscular, de espalda, escalofríos y agotamiento; y con frecuencia hay inflamación de los ganglios y una erupción cutánea, que comienza en la cara y se extiende a otras partes del cuerpo, principalmente manos y pies. El curso de la enfermedad suele durar entre 2 y 4 semanas. Se transmite a través de saliva o excreciones respiratorias, o por contacto con el exudado de la lesión o el material de la costra. También a través de heces, así como las relaciones sexuales. La enfermedad produce lesiones en la piel, como vesículas con pústula que terminan desarrollando pus. Puede prolongarse durante dos o tres semanas y es más contagiosa cuando el enfermo tiene las lesiones activas. Sin embargo no hay contagio cuando las lesiones están resueltas o cicatrizadas y tampoco antes de que aparezcan.

Para este enfermedad, cuya tasa de letalidad siempre ha sido inferior al 10%, no hay tratamientos ni vacunas específicas, aunque se pueden controlar los brotes, según señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el pasado, la vacuna de la viruela demostró una eficacia del 85% para prevenir la viruela del mono, ya que son virus de la misma familia. Sin embargo, al considerarse erradicada la viruela, ya no se produce ni comercializa. Con todo, está ahí como recurso por si la enfermedad se extendiera.

De hecho, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) ha recomendado este jueves que las personas de alto riesgo que hayan estado en contacto estrecho con otras infectadas por la viruela del mono deberían ser vacunadas. “Si hay vacunas contra la viruela disponibles en el país, la vacunación de contactos estrechos de alto riesgo debería ser considerada después de un estudio de beneficio de riesgos”, señaló en un comunicado este organismo de referencia de la Unión Europea (UE) para enfermedades infecciosas.

Actualmente, la forma de abordar la infección se centra principalmente en el alivio de los síntomas, especialmente de la fiebre. Los fármacos tecovirimat, cidofovir o brincidofovir han demostrado ser eficaces en modelos experimentales, sin embargo, ninguno de ellos se ha estudiado ni usado en áreas endémicas para el tratamiento de la viruela del mono.