
Plantas
Cómo comprar plantas para que duren: este experto da las claves
Una planta con tallos torcidos, hojas amarillentas o manchas suele ser señal de estrés, mala nutrición o daño previo

Comprar una planta no debería ser simplemente un impulso estético. Al contrario: elegir un ejemplar saludable desde el vivero puede marcar la diferencia entre disfrutarlo durante años o verlo morir en semanas. Según José González, experto en jardinería, existen señales clave que indican si una planta está bien preparada para prosperar en tu hogar.
Qué observar antes de llevarte la planta
Para González, lo primero es que la planta luzca aspecto armónico y equilibrado: “Que no tenga ni ramas sueltas ni rotas, debe presentar un aspecto armonioso”, señala. También recomienda evitar ejemplares desproporcionados: “Evita comprar las que son muy grandes y están en una maceta pequeña”, porque eso denota que las raíces están comprimidas y que la planta lleva mucho tiempo sin trasplante.
Una planta con tallos torcidos, hojas amarillentas o manchas suele ser señal de estrés, mala nutrición o daño previo. González aconseja revisar el envés de las hojas para detectar posibles plagas, como cochinillas o ácaros, así como comprobar si el sustrato está apelmazado o con mal olor. También alerta sobre las macetas sin agujeros de drenaje: “Si no los tiene, la acumulación de agua puede suponer daños graves en la planta”.
Qué dice la ciencia sobre el trasplante y la selección
Las recomendaciones de González se apoyan en principios botánicos comprobados. Estudios de agronomía aseguran que comprar plantas ya bien enraizadas y con sustrato aireado reduce el choque al trasplante y mejora la supervivencia. Cuando la planta ya ocupa completamente su maceta, el sistema radicular queda compacto, impidiendo que absorba agua y nutrientes eficientemente.
Otro factor con respaldo científico es la importancia del drenaje. Investigaciones agrícolas muestran que los suelos mal drenados favorecen la pudrición radicular al generar ambientes anaeróbicos, lo que deteriora la raíz y termina manifestándose en hojas amarillas o marchitas.
El estado de las hojas también es crucial. Estudios en fisiología vegetal revelan que manchas o amarillamientos suelen indicar conflictos en el transporte de nutrientes (por ejemplo, deficiencias de hierro o magnesio) o daños por hongos o insectos. Una planta con hojas limpias, uniformes y sin daños es más probable que esté en buen estado general.
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