Así es la nave espacial soviética descubierta por un explorador

El espacio y el universo ha fascinado a la humanidad a lo largo de la Historia. Mirar al cielo e imaginar todo tipo de teorías ha conseguido provocar auténticos quebraderos de cabeza a millones de personas. Así, muchos han soñado con viajar más allá de donde alcanza la vista.

La tecnología trata de avanzar en todo lo posible para conseguir que aquello que rodea a las personas evolucione mejorando sus vidas. La llegada de internet, posiblemente, ha sido el avance tecnológico más importante de las últimas décadas capaz de cambiar por completo la forma de vivir en todo el mundo.

En ese sentido, los viajes también han sido cruciales. La conquista del espacio, por ejemplo, resultó clave en plena Guerra Fría. Tanto americanos como soviéticos lucharon por llegar a distintos puntos ampliando el conocimiento de todo aquella que nos rodea exponencialmente.

La URSS trató por todos los medios ganar distintas batallas tecnológicas. El espacio fue, posiblemente, la más destacada aunque se centró en muchos otros ámbitos. Sin embargo, finalmente el comunismo en Rusia acabó colapsando y con el la mayoría de avances hasta la fecha. Algunos, incluso, quedaron abandonados por distintos lugares del globo donde la URSS gobernaba.

Una nave espacial abandonada

Un buen ejemplo de este fenómeno ha sido el descubrimiento de un ciudadano en algún punto desértico del globo. Greg Abandoned, nombre de usuario del explorador, ha afirmado que se ha encontrado un transbordador aéreo soviético mientras se encontraba con un amigo de aventura.

Según el explorador, este invento soviético costó alrededor de 200 millones de libras en su totalidad. Actualmente, no obstante, se encuentra abandonado en el desierto de Kazajstán., según apuntan los últimos informes del proyecto.

El usuario que lo encontró, además, argumentó que la búsqueda había sido como “ir al infierno y volver” por culpa de la dificultad. Sin embargo, el tesoro tecnológico encontrado fue totalmente asombroso.

Este transbordador espacial llamado Ptichka, que significa “pajarito” en ruso, era uno de los mejores ejemplos de la innovación rusa. Pese a ello, se decidió tras una misión fallida hace décadas retirar la nave para actualizarla. Ahora, desgraciadamente, se encuentra cubierto de polvo en un gigantesco hangar que guarda sus más de 100 toneladas.