Quien roba a un ladrón..., aventura, romance y acción

¿Qué puede salir mal en un robo en Las Vegas con dos ladrones de guante blanco que han sucumbido a su deseo? Rui y Amber se casan vestidos de Elvis Presley y Marilyn Monroe y todo se desmorona. Así comienza «Ladrones: la tiara de Santa Águeda», la serie producida por Plano a Plano, dirigida por Inma Torrente y protagonizada por, entre otros, Silvia Alonso, Álex González y Asier Etxeandia que estrena mañana Disney+.

La serie narra la historia de Amber (Silvia Alonso), una de las ladronas más brillantes del mundo, que tras un robo fallido en Las Vegas, prepara su próximo golpe en una isla paradisíaca llamada Isla Esperanza. Su objetivo es la tiara de Santa Águeda, una joya valorada en 240 millones de dólares, que portará la hija del magnate petrolero Emilio Villegas (Asier Etxeandia) durante su boda. Para ello, Amber lleva tres años infiltrada en la familia Villegas como institutriz, planeando cada detalle al milímetro. Sin embargo, su plan se ve alterado por la inesperada aparición de Rui (Álex González), un ladrón descarado y misterioso con quien tuvo una complicada relación en la ciudad del pecado. La llegada de Rui obliga a Amber a improvisar y reclutar a una banda de ladrones inexpertos para orquestar un nuevo plan. El reto más grande, sin embargo, no será robar la tiara, sino atreverse a confiar en el otro, en un juego de engaños, huidas y traiciones donde el amor puede ser el mayor golpe de sus vidas. Parte del mérito de la ficción se debe al guion desarrollado por Verónica Marzá («Mar de plástico»), Pablo Roa («Vis a vis») y Fernando Sancristóbal («La casa de papel»), que consigue mezclar a la perfección el género de los robos con la aventura, el humor y tintes de romanticismo, muchas veces impostado. Desde el principio se establece un peligroso juego de confianzas que acabará por costarles su relación y mantiene una tensión que se agradece durante todo el metraje de la serie.

Desde los primeros segundos se nota lo arriesgado del planteamiento y la deriva hacia una superproducción que ha sido grabada en Málaga, Madrid y República Dominicana. Además, las escenas de acción, luchas, persecuciones y los mismos robos, son un aliciente para aquellos que hayan crecido con el cine de aventuras de los 80 y los 90. El resto del reparto está formado por Antonio Pagudo, Olga Hueso, Albert Baró, Alicia Jaziz, Jan Buxaderas, Eduardo Gómez, Cumelén Sanz, Oliver Ruano, Milena Radulovic, Saibon Wang y Ainhoa Santamaría, entre otros. El espectador se engancha a la serie desde los primeros minutos y enseguida se hace del equipo Rui o del equipo Amber, y saltará invariablemente entre ambos durante los seis episodios que tiene la primera temporada. La banda que reúnen para llevar a cabo el robo de la tiara de Santa Águeda aporta un elemento histriónico, pero que recuerda a los clásicos del cine español en este género, o a cintas más recientes como «Ocean’s Eleven».

Al espectador le sorprenderá cómo el derroche técnico y los giros de guion les atará capítulo a capítulo, observando las traiciones, desconfianzas y la cantidad de caraduras que se juntan al sol que más calienta. Papeles como el de Etxeandia haciendo de malo, o el pasmarote de Julio (Pagudo), con un papel hecho a medida. Es una serie rápida de consumir y disfrutona, y una auténtica apuesta segura para este género que no solemos tener tanto en España. Para los aficionados a los thrillers de ladrones de guante blanco, la ficción se estira lo suficiente para no verles sólo ejecutar algunos trucos o utilizar algunos gadgets, sino que hay un despliegue de cámaras para hacernos casi estar en los robos con ellos. La química entre Rui y Amber es palpable y es una ayuda para cohesionar reparto y trama. Dicen que pasar muchas horas en un garaje a más de 40 grados rodando une mucho. Es de agradecer el equilibrio calculado entre todos los géneros que se entremezclan en esta producción, de tal manera que ni te empalagas con el romance, ni te entretienes en la traición, ni el protagonismo se lo roban los robos. Disney+ ha acertado con el tono de sus producciones originales y «Ladrones: la tiara de Santa Águeda» es una prueba palpable del buen camino que llevan.