Últimos capítulos
«The Crown»: Netflix desluce la joya de la corona
La plataforma estrena hoy los últimos seis episodios de la serie sobre la familia real británica que cambió el streaming, pero que acaba consumida por su éxito
El 4 de noviembre de 2016 Netflix rompía todos los moldes al emitir la primera temporada de una serie que cambiaría varios paradigmas de la televisión en streaming. «The Crown» aterrizó en nuestras vidas con la fuerza de un ciclón. La primera temporada de diez episodios fue el drama más caro producido por Netflix y Left Bank Pictures hasta la fecha, con un coste de al menos 100 millones de libras (116.185.000 euros). La idea primigenia era osada. Retratar la vida de la reina Isabel II de Inglaterra desde su boda en 1947 con Felipe, duque de Edimburgo, hasta principios del siglo XXI. Siendo en origen un drama histórico, creado y escrito principalmente por Peter Morgan, se convirtió en un fenómeno mundial que incluso llegó a molestar al Palacio de Buckingham por la parte ficcionada. Hoy se estrenan los últimos episodios de la última temporada.
Y de aquellos barros estos lodos, porque desde la quinta temporada el fuelle de la serie ha ido decepcionando a los espectadores y desluciendo a la que fue la joya de la corona de Netflix. Tras la emisión de la primera parte de la sexta y última temporada, de cuatro episodios, y a pesar de contar la muerte de Lady Di, se extendió una sensación de que si no iban a llegar hasta la muerte de Isabel II en 2022, quizá haberse ahorrado algún capítulo. La segunda parte, que se estrena hoy al completo, consta de seis episodios que intentan enfrentar a la Corona británica con las consecuencias sociales y personales, en las figuras de sus hijos y su marido, de la muerte de Diana de Gales; la crisis de la institución monárquica; la muerte de dos miembros de la familia real, y el jubileo de la reina, para terminar con la boda de Camilla y Carlos.
«Pasión por Guillermo» es el título del primer episodio pero casi es la tónica de todos ellos. El hijo mayor centra toda la atención de la serie por su vida académica, la relación con su padre, su abuela y su hermano, y, por supuesto, el comienzo de su idilio con Kate Middleton. Guillermo se ha transformado en un personaje tristón, molesto por los ruidos de su padre al desayunar, cosas que le indican con hastío que tiempo después de su muerte, a nadie le importa su madre. Los espectadores podrán oír «Torn» de Natalie Imbruglia y encontrar el mensaje de una de las canciones favoritas de Carlos, que trata sobre aceptar el dolor, tratar de seguir adelante y abrirse a la posibilidad de volver a ser feliz. Encontraremos respiros en las ocasiones en la que Guillermo y Enrique hablan a solas, casi escondidos, poniéndose al día, pero que pecan de tipificarlos de grandes bebedores, y le achacan al más joven una suerte de celos por la división de roles: a él le toca ser la oveja negra, mientras que Guillermo es en todo perfecto y favorito.
La relación de Isabel II (impecable Imelda Staunton, salvo que le han puesto sentimientos) con el Rey Tony (Tony Blair) es palpablemente tensa y encamina el divertido camino de pedirle recortes a la Corona. Quizá la actitud pueril de la reina celosa del poder y carisma de Blair le quitan veracidad. La reunión en la sala de proyecciones es hilarante. El tercer episodio nos devuelve a los brazos de Guillermo en «Alma mater» , y nos lleva de la mano a los planes universitarios del joven tras un año sabático alejado de las cosas que no echa de menos: los aplausos y vítores, y las cámaras con sus flashes. Aquí veremos la aparición de Kate Middleton, cuestión en la que la serie se mete más adelante e inclina la balanza sobre lo deliberado o no del encuentro de ambos jóvenes. Delicado, quizá demasiado, el capítulo dedicado a «El Ritz», que se centra en los últimos años de la princesa Margarita creando un falso secreto que acaba desinflándose después de habernos llevado desde el final de la II Guerra Mundial hasta la actualidad. Capítulo con licencia lacrimógena y que sentencia la trama de la temporada: «Tus seres queridos te abandonan uno por uno». El último episodio que pudo ver la prensa (miedo al spoiler) fue el noveno y comienza con la controversia creada por Mohammed Al Fayed durante una entrevista y la reapertura de la muerte de Lady Di. Simplista con argumentos como la culpa de la familia Fayed y la ausencia de embarazo, compromiso, o deseo del mismo. Nadie cuestionará el final de «The Crown» como con «Perdidos», o pedirá que se reinicie y llegue hasta nuestros días para completar el ciclo que empezaron muchos espectadores, pero que terminarán algunos menos.
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