Un recorrido poético en Londres y su eterna primavera

Ahora, cuando las olas de calor se han empeñado en hostigar algunos de nuestros días de vacaciones, descubrir nuevos destinos con un clima diferente es lo que el cuerpo necesita para verdaderamente recargar energías.

En estos meses, una de las temperaturas más agradables se encuentra nada más y nada menos que en Reino Unido. En su capital, Londres, viviremos una eterna primavera, debido a que las temperaturas oscilan entre los 18 °C y los 25 °C y en ocasiones están acompañadas de algunos días de lluvias que alimentan el verde de su entorno. Los días son más largos y los atardeceres son de portada, perfectos para realizar actividades al aire libre como recorridos literarios o picnics en sus impresionantes parques.

Y es que si hay algo que caracteriza a Londres son la cantidad de parques que embellecen su historia. Uno de los más simbólicos es el Parque Regent's, un oasis de tranquilidad ubicada justo en pleno centro de la ciudad. El parque abarca 142 hectáreas y fue diseñado en la época del Príncipe Regente, quien luego se convirtió en el Rey Jorge IV. Su boceto fue influenciado por el estilo de los jardines ingleses y ambiente sereno con amplias áreas verdes, lagos y caminos arbolados.

No obstante, lo que hace que el Parque Regent's sea aún más especial es su conexión con la historia y la literatura. A lo largo de los años, ha sido fuente de inspiración para escritores, poetas y artistas, por lo que recorrerlos es como ir leyendo las obras británicas más trascendentales. Jane Austen, por ejemplo, menciona el parque en su novela "Emma". Además, el famoso autor británico Mary Shelley vivió cerca del parque y se dice que se inspiró en su paisaje para escribir parte de su obra icónica, "Frankenstein".

Asimismo, tenemos a La Señora Dalloway (título original en inglés, Mrs.Dalloway), cuarta novela de Virginia Woolf, publicada el 14 de mayo de 1925, donde sitúa diferentes escenas y descripciones del parque donde deja ver el espíritu del que fuera parte del extenso bosque de Middlesex.

Para los amantes de los museos, el cuadrilátero envuelve otros puntos donde los versos cobran espacio físico, tales como el Centro Charles Dickens, el museo que exhibe artefactos relacionados con su vida y época, así como manuscritos originales y objetos personales. Fitzrovia Chapel es otro refugio de letras, ya que la capilla a menudo alberga lecturas, charlas y eventos relacionados con la literatura y la poesía. Así, quienes aún buscan saber más, siempre podrán encontrar un tour en español y descubrir cada uno de los lugares que inspiraron a los artistas.

Con la bendición de un buen tiempo, a un corto paseo desde Regent 's se encuentra el famoso Mercado de Camden, conocido por su ambiente alternativo, tiendas únicas y puestos de comida internacional. Es una oportunidad para experimentar la escena local y multicultural de Londres, que en definitiva, merece mucho la pena visitar.

Una experiencia campestre de lujo

Tras este baño de literatura y exploración llega el momento de la relajación y el buen comer. Un poco de vino, queso y los típicos scons, no podrán faltar en este momento de desconexión. Así, disfrutar de un picnic con todos los ingredientes es posible gracias a Meliá White House, uno de los hoteles más vigorosos que rodean el Regent’s Park, pues en su renovada faceta ofrece a sus huéspedes el servicio de picnic premium, una idea inspirada en los pasos de Virginia Woolf para degustar de la cultura británica como los locales.

Tras una renovación que ha durado cinco años y en la que han querido conservar la arquitectura art deco de los años 30, el hotel ha conseguido reinventarse con un nuevo estilo y decoración en habitaciones, suites, lobby y restaurantes. El resultado es un hotel de lujo cuatro estrellas en el que se ha creado el primer Level Lounge de Reino Unido, el servicio más premium y exclusivo de la marca Meliá Hotels & Resorts.

Igual a la apasionante historia de los autores que le dedican versos, la construcción del edificio también tiene una larga vida. Nació en 1930 como un edificio de gran valor histórico: primero fueron apartamentos de lujo, y tras la Segunda Guerra Mundial se transformó en club privado hasta 1970 que abriría como hotel.

En la parte gastronómica, el restaurante Arado, con un nombre que hace referencia al utensilio rey en la agricultura, ofrece una gastronomía de inspiración mediterránea, combinando la tradición española de las tapas, entre las que destacan las croquetas de jamón, con las nuevas tendencias culinarias y el toque londinense en platos internacionales y postres.

Al otro lado de la entrada del hotel, el'35 Bar & Lounge abre sus puertas durante todo el día, sirve platos al estilo pub inglés como Fish&Chips o sándwich de New-Yorker pastrami.

De esta manera, el recorrido literario finaliza con el sabor perfecto, es decir, combinando toda la apasionante historia y esencia de Londres junto con el infaltable toque español.