Coronavirus

Sevilla se queda sin Semana Santa y pierde 400 millones

El alcalde y el arzobispo acuerdan la medida porque “hay motivos de salud pública suficientemente justificados”. Por los mismos motivos, se cancelan las procesiones en toda Andalucía

Moreno: "Supensión Semana Santa de Sevilla es para frenar el coronavirus"
Palcos de Semana Santa a medio montarJosé Manuel VidalAgencia EFE

El mismo alcalde que a comienzos de semana ironizaba con que la Organización Mundial de la Salud (OMS) tenía que convencerlo para suspender la Semana Santa de Sevilla, ayer comunicó la decisión "más dura" que ha tomado desde que accedió a la Alcaldía en 2015: la cancelación de los desfiles procesionales para evitar la propagación del coronavirus. En una mañana gris, con la ciudad vacía temiéndose lo peor, Juan Espadas se reunió en el Ayuntamiento con el arzobispo, Juan José Asenjo, y el presidente del Consejo de Hermandades, Francisco Vélez, para acordar que este año no habrá cofradías en las calles, puesto que "hay motivos de salud pública suficientemente justificados". En un comunicado, las autoridades civil y religiosa aludían a las consecuencias "de carácter religioso, emocional y económico" que comporta la medida. De hecho, junto al impacto emocional que supone no celebrar la Semana Santa en la calle, la ciudad se verá afectada porque la fiesta genera unos ingresos de 400 millones de euros, según los cálculos municipales, una cifra que contrasta con los apenas 9 millones que gasta el Consistorio en la logística. El impacto supone un 1,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) local.

En muchas ciudades y municipios la suspensión de la Semana Santa era un rumor extendido. La Línea de la Concepción y Algeciras, en Cádiz, ya habían tomado la decisión y, tras conocerse el anuncio de Sevilla, Córdoba, Granada, Huelva, Jerez, Jaén Málaga y la propia capital gaditana siguieron la misma línea. Una a una fueron cayendo todas las celebraciones de la comunidad. Sería temerario propiciar las aglomeraciones de público en torno a los pasos y tronos, incumpliendo así todas las indicaciones que están dando las administraciones.

La decisión se precipitó después de que el Gobierno decretara el estado de alarma y la propia Conferencia Episcopal Española recomendara la suspensión de las procesiones

La decisión se precipitó después de que el Gobierno decretara el estado de alarma y la propia Conferencia Episcopal Española recomendara la suspensión de las procesiones. El presidente de la Junta de Andalucía, aseguró en Twitter que “es una medida responsable y necesaria para frenar el avance del coronavirus” y añadió que “lo urgente y lo más importante es evitar nuevos contagios y proteger la salud de los andaluces”. Asenjo, por su parte, aclaró que “suprimir las etaciones de penitencia no significa suprimir la Semana Santa”, por lo que “la celebraremos en la intimidad de nuestros templos”. A juicio del prelado, “no quedaba otra alternativa” y no ocultó la “pena que me embarga al tener que comunicar a los fieles esta decisión, pero es la única que podíamos tomar por honradez y fidelidad a nuestro pueblo”.

Las hermandades ya habían venido cancelando sus cultos cuaresmales, como besamanos, besapiés y vía crucis, atendiendo así las recomendaciones sanitarias. También se estaban suspendiendo ensayos de costaleros. La cofradía de la Macarena, la más numerosa de Sevilla, anunció que el septenario a la imagen se celebraba a puerta cerrada y se retransmitiría en la web de la corporación. Está por ver ahora si el Consejo de Hermandades devuelve el importe de los abonos de la carrera oficial, un extremo que no se produce cuando las cofradías no salen a causa de la lluvia. Unos abonos que, precisamente este año, eran más caros al incluirse el 21 por ciento del IVA.