Andalucía
“Han dejado morir a mucha gente porque no se tomaron las medidas oportunas”
La hija de una fallecida de la residencia “El Balcón de La Zubia”, en Granada, lamenta la falta de previsión en la crisis del coronavirus
No es solo el lamento de una hija que acaba de perder a su madre, sino un grito para que las Administraciones se pongan las pilas y aborden esta crisis aportando recursos humanos y materiales. Isabel Pomares envió una carta a los medios poco después de que le comunicaran que su madre había fallecido en la residencia “El Balcón de La Zubia”, en Granada, un centro en el que han fallecido hasta cinco ancianos en los últimos días. Su relato es estremecedor. “Me habían dicho que se había deteriorado mucho, que duraría dos o tres días”, recuerda, momento en el que preguntó al médico la causa. “En estos momentos no se lo puedo confirmar”, le dijo el facultativo. “¿Me voy a quedar así toda la vida?”, se preguntó Isabel, a lo que el médico le respondió que “en algunos momento parecía que tenía síntomas de coronavirus y en otros no tanto”. Asegura que “ella tenía su propia patología. Comía bien y dormía también muy bien, tenía la tensión baja y solo había tenido una gripe y sí tuvo fiebre. Luego no sé si pudo haberse contagiado con alguien que entró en la residencia”.
Sobre este aspecto alertó al centro, dado el aumento de casos cuando la pandemia empezó a extenderse de manera virulenta. “Entraba mucho público a visitar a los abuelos. Hablé con una trabajadora social y le dije que venía algo serio”, señala, además de subrayar que “esto es un constante entrar y salir de gente”. La directora iba a mandar correos a los familiares con indicaciones e iban a colocar botes de líquido antiséptico, pero la pandemia “iba en aumento, cada vez que veías la televisión subían los afectados y los muertos... Volví a llamar y me dijeron que no había ido ningún responsable del SAS para hacer ninguna prueba del coronavirus”.
En este punto, estalla y critica que en esta crisis “no ha habido nadie responsable, humano”. “Estoy rabiosa como ciudadana, quiero a mi país. Soy equilibrada, justa y lógica. Ni de derechas ni de izquierdas. No por mi madre, sino por tanta gente que han dejado morir porque no se tomaron las medidas oportunas cuando ya conocíamos que China avanzaba mucho”.
Isabel carga contra la gestión que está realizando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A su juicio, debería haberse puesto en contacto con todos los presidentes autonómicos y los directores de los hospitales y residencias de ancianos para conocer las necesidades previas. “¿Tenemos tiritas suficientes por si nos cortamos? ¿tenemos alcohol para desinfectar?”, se pregunta, además de apuntar que se debería haber hecho acopio de material en enero porque “ahora ya es tarde”. Por eso, ahora, Sánchez debería comparecer ante los españoles y reconocer públicamente que “me he equivocado, actué tarde”, pero afirma que"eso no va a pasar nunca. El ego es tan alto y la ambición es tan potente que primero está su propia imagen".
La última vez que Isabel vio a su madre fue el pasado 8 de marzo, “el día de la famosa manifestación”. “Soy mujer y veo que el hombre y la mujer tenemos las mismas oportunidades en casi todo. Podemos hacer de todo y no hace falta salir a la calle a tocar los tambores, y más cuando en España ya había muchísimos afectados”. En este sentido, critica que la convocatoria de esta marcha “fue una irresponsabilidad muy grande, muy grave. Más de uno se infectó: Irene Montero, la mujer de Pedro Sánchez y otras tantas personas”. Isabel sostiene que “se puede luchar por los derechos de otra manera: en las escuelas, en la docencia, en las reuniones con los padres y a través de los medios de comunicación”.
Su crítica se centra en la falta de previsión “Hay que prever, hay que poner unas trincheras. Si no pasa nada, se recogen. Este enemigo no es una guerra. Si viene un enemigo yo le doy un tiro, pero este enemigo no lo vemos. Ataca a diestro y siniestro. Es difícil. Al Gobierno le tiemblan las piernas y las pestañas. El problema se le ha ido de las manos”, apunta.
Junto a ello, valora el trabajo incansable que están realizando los sanitarios. La cuidadora de su madre, con un equipo completo de seguridad, habló con Isabel poco antes del fallecimiento y, llorando, le dijo: “No podemos más”. “Si ellos, que están cuidándonos a todos, no pueden más y enferman, ¿qué pasa con el país? Si no protegemos a nuestros sanitarios, ¿qué hacemos?”. “Quiero protestar en nombre de todos”. También comenta el caso de una profesional del hospital PTS de Granada, que vigila “ella sola 25 camas y falta material”. “Jesús Candel no miente. Sé que sus formas le pueden. Es muy vehemente y al pobre le salen las palabrotas por la boca, pero no puede más”.
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