Andalucía
El doble confinamiento de las personas con discapacidad
El Cermi pide material de protección para las residencias y una mayor libertad de movimientos para las entidades que arropan al colectivo
Todos los ciudadanos estamos sometidos a una serie de restricciones durante el estado de alarma, pero las personas con discapacidad las sufren por partida doble, dadas las limitaciones que padecen y los recortes, algunos de ellos obligados, de los recursos para atenderlos. El presidente del Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) en Andalucía, Antonio Hermoso, ve “razonable” el cierre de las unidades de día, pero alerta de las necesidades que existen en las residencias asistidas para combatir el coronavius. “Faltan productos sanitarios y de protección”, asegura, además de remarcar que en estas instalaciones el virus se propaga de una manera más rápida entre los propios residentes y los trabajadores. “Estamos muy cerca y esto puede suponer un peligro”.
Hermoso pone el acento también en los programas asistenciales, “subvencionados a través del IRPF o con fondos de la Junta”. Estas iniciativas “solucionaban bastante problemas a las personas con discapacidad y ahora no se pueden prestar”. Algunos programas se han cancelado y otros se prestan de manera telemática o con ciertas limitaciones. Se trata, por ejemplo, de la asistencia en domicilios, fisioterapia, atención temprana o actividades socioeducativas. Pero hay una cruda realidad, la de las personas con discapacidad que viven solas, y en este momento de confinamiento la estructura asociativa tiene muchas limitaciones. Las entidades, por ejemplo, “a la hora de salir a la calle deben tener una autorización que no la da la comunidad autónoma, sino el Gobierno central, y es más difícil de conseguir”, apunta Hermoso, por lo que algunas se exponen a posibles multas a la hora de cubrir las necesidades del colectivo.
En cambio, se está extendiendo una ola de solidaridad que supone un respaldo importante para las personas con discapacidad. “Mi entidad ha estado solicitando mascarillas que han sido donadas por personas que no conocíamos de nada”, señala Hermoso. Pera conocer de primera mano las necesidades del colectivo, la Consejería de Igualdad y las entidades agrupadas en la Mesa del Tercer Sector han creado un grupo de trabajo, aunque se necesitan respuestas cuanto antes. “Los problemas se plantean ya y las soluciones, evidentemente, tardan”, lamenta Hermoso.
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