Coronavirus

La Junta empieza a acumular denuncias por la “escasa” protección de los sanitarios

CSIF presenta una demanda ante el TSJA y el Consejo de Enfermería lleva el asunto a la Inspección de Trabajo

Un grupo de sanitarios, a la entrada de un centro de salud andaluz
Un grupo de sanitarios, a la entrada de un centro de salud andaluzManuel Olmedo

Ofensiva judicial contra la Junta de Andalucía por la “escasa” protección de los sanitarios en la crisis del coronavirus. De un lado, el sindicato CSIF Andalucía ha presentado una demanda contra la Junta ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) por lo que considera una “vulneración de derechos fundamentales” relativos a la salud y seguridad en el trabajo de los profesionales sanitarios. El sindicato más representativo en las administraciones públicas ha presentado una demanda contra la Consejería de Salud y el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y ha solicitado que, mientras se resuelve la demanda, se establezcan medidas cautelares para que en el plazo de veinticuatro horas se dote a los profesionales de los medios que necesitan para su protección frente al coronavirus.

La solicitud que realiza el sindicato, según informa en un comunicado, afecta a todos los médicos, titulares superiores, enfermeros/as, celadores, conductores de ambulancia, personal administrativo al servicio de la comunidad sanitaria y, en definitiva, a todo el personal sanitario tanto de hospitales como de centros de Atención Primaria, 061 y centros médicos asistenciales de la comunidad (públicos o privados).En la demanda ante el TSJA, CSIF argumenta que “faltan los medios de protección adecuados para garantizar la salud y minimizar el riesgo de contagio entre el personal, lo que ha provocado un índice de contagios entre el personal sanitario, que a día de hoy supera el 22 por ciento de los contagiados en la comunidad autónoma”. “Como venimos diciendo, el alto índice de infección que sufren nuestros médicos, enfermeras, celadores, conductores de ambulancia o personal administrativo se debe a la falta de medios con los que cuentan a la hora de relacionarse con los enfermos infectados”, subraya.Añade que la situación ha llegado a tal extremo que los profesionales de la salud, a fin de “protegerse contra el contagio tan virulento que caracteriza al COVID-19, lo que utilizan a los efectos de conseguir protección, son bolsas de basura, viseras improvisadas confeccionadas con plásticos y mascarillas de papel, que reciclan dada la escasez incluso de éstas”.

El material que falta y que queda reflejado en la demanda interpuesta por CSIF Andalucía son batas impermeables, mascarillas FPP2, mascarillas FPP, gafas de protección, y contenedores de grandes residuos. “Debido al estado de alarma en el que nos encontramos, la solicitud de tales medios se realiza mediante la interposición de ‘medida cautelarísima’, habida cuenta del peligro que acarrearía, por la mora procesal, la no pronunciación inmediata del derecho que se solicita”, según indica la demanda.Ante los datos “abrumadores” de contagios y la necesidad de aislamiento del personal de la sanidad pública, CSIF Andalucía reitera la necesidad de que se realicen test rápidos y masivos entre este colectivo, ya que es “una necesidad para que se descarten los casos negativos y los profesionales en cuarentena puedan volver a sus puestos de trabajo en esta situación de emergencia”.

De otro lado, el Colegio de Enfermería de Málaga presentó el lunes una denuncia ante la Inspección de Trabajo contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) por la “incapacidad de corregir las graves deficiencias en la protección de trabajadores” sanitarios.

También, como representante de más de 7.000 enfermeros de la provincia, denuncia la “lentitud en la realización del test diagnóstico COVID-19 a los profesionales que han tenido contacto con enfermos y compañeros positivos, existiendo una demora real de cuatro a cinco días, lo que ha supuesto que el personal sanitario se haya convertido en un vector de contagio”.