Al igual que el ser humano, este fascinante animal es capaz de usar herramientas, pero de una manera increíble

Una nueva investigación científica ha documentado un comportamiento hasta ahora desconocido en las orcas residentes del sur, una población que habita frente a la costa de Washington, en Estados Unidos. Según el estudio, estos cetáceos utilizan algas marinas modificadas como herramientas para acicalarse entre sí.

Este hallazgo desafía la comprensión previa del uso de herramientas en mamíferos marinos, ya que no se trata solo de utilizar objetos encontrados en el entorno. Los investigadores han observado cómo las orcas adquieren las algas y las trabajan con sus dientes para darles la forma y longitud adecuadas para el acicalamiento.

El comportamiento documentado implica que las orcas hacen rodar los tallos de las algas contra el cuerpo de otra orca, facilitando la eliminación de piel muerta. Este acto parece tener una doble función: contribuir a la higiene individual y reforzar los lazos sociales dentro del grupo familiar.

Un comportamiento discreto, revelado por la tecnología

La pregunta que surge es cómo un comportamiento aparentemente común pudo pasar inadvertido durante décadas de estudio. Desde Nbcnews nos cuentan que la clave está en su naturaleza discreta. Ocurre casi por completo bajo el agua e implica una tira de alga de aproximadamente 0,6 metros de longitud encajada entre dos animales durante el acicalamiento.

Solo con la reciente adopción y mejora de la tecnología de drones para observar a las orcas desde una perspectiva aérea se ha podido documentar este comportamiento con claridad. Las grabaciones de alta resolución han permitido apreciar los detalles del proceso.

Una vez que los investigadores identificaron el comportamiento, empezaron a verlo con más frecuencia. Ahora, observan al menos un par de orcas realizándolo la mayoría de los días que utilizan los drones. Creen que es un comportamiento que probablemente ha existido desde hace miles de años.

Las orcas residentes del sur son una población en peligro crítico de extinción, con solo unos 73 individuos censados actualmente. Este hallazgo subraya que aún queda mucho por aprender sobre ellas, lo que aumenta la importancia de su conservación para poder seguir estudiando su compleja cultura y tradiciones.