Festejos

El milenario Toro Júbilo cumple con la tradición en Medinaceli sin incidentes

El municipio soriano celebra con entusiasmo y fervor este ancestral festejo y el Pacma estudia denunciarlo

Medinaceli, en la cabecera alta de la cuenca del Jalón, en el sur de la provincia de Soria, ha vuelto a ver como se ilumina su noche con el único toro de fuego que se celebra en Castilla y León, una tradición milenaria protegida con la declaración de festejo tradicional y que se ha desarrollado este año de nuevo sin incidentes
Medinaceli, en la cabecera alta de la cuenca del Jalón, en el sur de la provincia de Soria, ha vuelto a ver como se ilumina su noche con el único toro de fuego que se celebra en Castilla y León, una tradición milenaria protegida con la declaración de festejo tradicional y que se ha desarrollado este año de nuevo sin incidentesWifredo García ÁlvaroAgencia EFE

Más de dos mil personas han disfrutado esta pasada noche en la localidad soriana de Medinaceli, al sur de la provincia junto ala cabecera del río Jalón, del tradicional y milenario festejo del Toro Júbilo, que los vecinos y turistas han celebrado con entusiasmo y, lo que es mejor, sin incidentes, tanto para los participantes, como ante posibles boicot por parte de colectivos animalistas. De hecho, se estableció un fuerte dispositivo de seguridad que se saldó con éxito y no hubo que lamentar incidente alguno al respecto.

Un año más, el astado de fuego salía por las calles de Medinaceli puntual a su cita, a las 11,30 horas ensogado de los improvisados toriles para que los mozos del pueblo le amarrasen a un palo y le embadurnasen de una capa de barro, antes de encender sus cornamenta extraordinaria de bolas de fuego y le soltasen a la plaza.

Durante más de veinte minutos, la cornamenta extraordinaria montada en el astado, con sus bolas de fuego realizada con brea, ha estado iluminando la noche medinense, mientras los corredores, después, salían a la improvisada plaza de toros, para realizarle quites, informa Efe.

Hace dos años, en 2020, esta tradición milenaria no se celebró por la pandemia y los aficionados al toro jubilo tuvieron que conformarse con una exposición fotográfica sobre el mismo montada en el Palacio Ducal, pero regresó con fuerza el año pasado, con cerca de dos mil aficionados que se dieron cita en una gélida noche de noviembre en la plaza Mayor medinense.

Medinaceli, en la cabecera alta de la cuenca del Jalón, en el sur de la provincia de Soria, ha vuelto a ver como se ilumina su noche con el único toro de fuego que se celebra en Castilla y León
Medinaceli, en la cabecera alta de la cuenca del Jalón, en el sur de la provincia de Soria, ha vuelto a ver como se ilumina su noche con el único toro de fuego que se celebra en Castilla y LeónWifredo García ÁlvaroAgencia EFE

La legislación autonómica exige el sacrificio de todas las reses utilizadas en los espectáculos taurinos (artículo 23 del Decreto 14/1999, de 8 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de la Comunidad de Castilla y León), pero sin embargo, y como excepción, el artículo 5 de la Ordenanza Municipal establece que el Toro Jubilo, “siguiendo la costumbre secular, será indultado al finalizar el festejo”.

Pacma estudia denunciarlo

El Partido Animalista Pacma estudia emprender acciones legales contra el Toro Júbilo de Medinaceli (Soria), que tuvo lugar anoche, al considerar esta tradición como una “salvajada”. No en vano, aseguró que el animal salió del cajón ya con la boca ensangrentada y los organizadores de tardaron doce minutos en soltar la soga, además de que las llamas de los cuernos superaron el metro de altura, mientras el suelo estaba lleno de brasas. Al final, añadió, el toro se desplomó hiperventilando. “Esta esperpéntica tradición sigue celebrándose a pesar de que ya no estamos en la Edad de Piedra”, aseveró.

Pacma señaló en su perfil de Twitter y de Facebook que el Partido Socialista y Podemos son “cómplices” al no tener intención de prohibir la tauromaquia. Su mensaje concluyó preguntándose cómo es posible que esto ocurra y calificó este festejo como una “vergüenza”.

Documentos antiguos

En los documentos más antiguos que se conservan se deja siempre constancia de esta especial protección del animal. Así, por ejemplo, en 1510, Juan de la Cerda, Duque de Medinaceli, autorizaba que se corriese el toro “como tienen por costumbre el día de la procesión y, como me es pedido, mando que ninguna ni alguna persona sea osada de matar el dicho toro y que, acabado de correr, los dichos vecinos lo dejen vivo y sin lesión alguna”. La tradición ininterrumpida hizo posible su declaración como espectáculo Taurino Tradicional, por parte de la Junta en 2002 permitiendo una ordenanza que exige el indulto del toro.

La Consejería de la Presidencia de la Junta de Castilla y León declaró, por orden fechada el 18 de septiembre de 2002, al toro de jubilo como espectáculo taurino tradicional, por existir constancia documental de su celebración desde el siglo XVI (1568 y 1598).

Si se modificase la tradición, se perdería su catalogación especial y, por tanto, la posibilidad de indultar al toro, que debería ser sacrificado.

En el siglo pasado, cuando la normativa no lo impedía, según ha recordado el alcalde Felipe Utrilla, fue habitual que un mismo toro (propiedad de algún vecino de Medinaceli o de los pueblos de la comarca) se utilizase en años sucesivos.

Utrilla ha manifestado a EFE que el toro jubilo se mantendrá siempre que asi lo quieran los vecinos y ha defendido que la protección de la que goza en la actualidad es suficiente.

El rito del toro y el fuego es tradicional del levante español, desde Cataluña baja a Castellón y como un reguero sube a Teruel y se extiende en Aragón por la cuenca del Jiloca hasta la del Jalón, desde donde asciende hasta su nacimiento junto a Medinaceli.

La opinión más extendida considera que la celebración tiene orígenes celtíberos, una de cuyas tribus, los Tittos, poblaron esta comarca y la antigua ciudad de Ocilis (situada en la Villa Vieja, cerro contiguo a Medinaceli).

Medinaceli, en la cabecera alta de la cuenca del Jalón, en el sur de la provincia de Soria, ha vuelto a ver como se ilumina su noche con el único toro de fuego que se celebra en Castilla y León
Medinaceli, en la cabecera alta de la cuenca del Jalón, en el sur de la provincia de Soria, ha vuelto a ver como se ilumina su noche con el único toro de fuego que se celebra en Castilla y LeónWifredo García ÁlvaroAgencia EFE

Con el rito se estaría conmemorando la victoria de los celtíberos sobre los cartagineses en la batalla de Hélice (Elche, Alicante), en el año 229 a.C., en la que el caudillo celtíbero Orisón lanzó contra el campamento cartaginés de Amílcar Barca carretas de tea, sebo y azufre tiradas por bueyes que portaban en sus astas haces de paja ardiendo, y provocando la desbandada de los sitiadores cartagineses.

Pero también es probable que provenga de primitivos ritos solares de carácter mitraico, vinculados a cultos telúricos, en los que se representaba la cualidad regeneradora y fecundante del sol, del toro y del fuego, frente a la cualidad pasiva e inerte de la luna. Toro y fuego simbolizan fuerza y purificación, unidos en comunión pagana que se consuma con el sacrificio del animal (acto que ya no se realiza) y la ingesta de su carne por la comunidad.