Tráfico

Castilla y León contará en sus carreteras con señalización inteligente para reducir los accidentes con la fauna

Se trata de un proyecto piloto de la Junta con la Universidad de Salamanca

María González Corral presenta el proyecto piloto en Ibeas de Juarros (Burgos)
María González Corral presenta el proyecto piloto en Ibeas de Juarros (Burgos)Jcyl

Proyecto piloto de señalización inteligente, de momento en once tramos de la red autonómica de carreteras de Castilla y León, con el objeto de minimizar el número de accidentes de tráfico con fauna. Una iniciativa conjunta de la Consejería de Movilidad y Transformación Digital y la Universidad de Salamanca, donde se busca informar en tiempo real a los conductores sobre la posibilidad de irrupción de animales en la calzada, que ha sido presentado por la consejera María González Corral, en la provincia burgalesa, concretamente en Ibeas de Juarros.

Según el estudio realizado por la Junta y la Usal, se ha detectado que la siniestralidad con fauna silvestre no se distribuye al azar, sino que se concentra en espacio y tiempo. Espacialmente, es posible identificar tramos de carretera con especial concentración de accidentes con animales, normalmente en zonas boscosas, con vegetación natural, o próximos a puntos de agua. Temporalmente, resultan más frecuentes en determinadas épocas del año, ligados a ciertos periodos del ciclo anual de las especies, principalmente la época de celo. Asimismo, varían a lo largo del día, concentrándose al atardecer y las primeras horas de la noche, con un pico secundario al amanecer. La fase lunar también influye en los patrones de siniestralidad, con un incremento durante la luna llena, seguramente debido a una mayor movilidad de los herbívoros.

El proyecto ha superado ya la fase de diseño experimental. Ahora, 30 unidades de este prototipo de señalización se han instalado en once tramos de especial concentración de accidentes con fauna de la Red Autonómica de Carreteras para evaluar su efectividad. Estos tramos se encuentran en las provincias de Burgos (CL-117, CL-632, BU-542, BU-820, BU-904, BU-925), Palencia (CL-615, CL-619), León (LE-125, LE-420) y Soria (SO-920).

El diseño final de la señalización muestra tres posibles niveles de riesgo: Apagado - advertencia de que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna; Amarillo - advertencia de que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna en un momento en el que el riesgo de irrupción de un animal en la calzada es mayor de lo habitual; Rojo - advertencia de que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna en un momento en el que el riesgo es mucho mayor de lo habitual.

Esta señalización inteligente constituye una innovación a nivel mundial, en la que la Consejería ha invertido 370.000 euros. Se trata de una nueva generación de señalizaciones verticales que se apoyan en las nuevas tecnologías para hacer buen uso de todo el conocimiento científico generado en esta materia de carreteras y fauna. La consejera ha señalado que, “de probarse efectivas, serán, sin duda, una medida prometedora de coste relativamente bajo y cuyo uso podría extenderse a otros lugares”.

“Lo que hoy presentamos aquí no es más que una muestra del compromiso que adquirimos al inicio de legislatura de aprovechar las oportunidades que las nuevas tecnologías nos ofrecen para aplicarlas a nuestras carreteras y lograr que estas sean mucho más seguras y confortables para los conductores que las utilizan, o lo que es lo mismo, convertirlas en ‘inteligentes’ gracias a la implementación de los últimos avances tecnológicos”, ha manifestado González Corral.

En los últimos años en las carreteras autonómicas, la implicación de animales silvestres y domésticos en los accidentes de circulación es una de las causas con mayor incidencia en este tipo de incidentes, si bien no lo es el hecho de que haya víctimas. Por especies, el corzo ha sido responsable del 57,8 por cienti de los siniestros, seguido del jabalí, con un 26,4 por ciento, y el ciervo, con el 4,3 por ciento de las colisiones.