Patrimonio
La grandiosa y sorprendente "catedral" que esconde un pueblo segoviano de apenas 2.000 habitantes
Un templo gótico y herreriano que recuerda al Monasterio de El Escorial
Son innumerables los pequeños pueblos que existen por toda España y que esconden pequeños tesoros. Las huellas del pasado cuando se vivieron tiempos mejores y algunas localidades eran referencia en muchos aspectos y eso hacía que muchas localidades tuvieran el suficiente dinero para levantar verdaderos monumentos patrimoniales.
Y hoy nos vamos a detener en uno de ellos, en una pequeña localidad segoviana que no llega a los 2.000 habitantes, situada a cerca de una hora en coche de Madrid y que cuenta con una iglesia que podríamos considerar por sus dimensiones y grandiosidad una auténtica catedral. De hecho es conocida en los dichos populares como la "Catedral de la Sierra", siendo bautizada de esta manera por el Marqués de Lozoya.
Nos estamos refiriendo a la iglesia de San Sebastián, situada en Villacastín. Un templo de estilo gótico y herreriano y que se asemeja en varios aspectos a las trazas del monasterio madrileño de El Escorial, salvando las distancias. Pero un dato curioso, la construcción de esta iglesia arrancó 20 años antes que el monasterio madrileño y desde el año 1944 cuenta con el marchamo de Monumento Nacional.
Hay que remontarse hasta el siglo XVI, cuando Villacastín se ha convertido en uno de los centros productores más importantes de la Mesta. Gracias a los grandes ingresos que percibe, en 1529 arrancan las obras de la construcción de la iglesia, con la idea que sea de grandes dimensiones. En su proceso se cree que participó el mismo arquitecto que diseñó la catedral de Segovia, Rodrigo Gil de Hontañón, aunque la obra se ha atribuido popularmente a fray Antonio de Villacastín, natural de la tierra y por aquel entonces, hombre de confianza de Felipe II.
Su exterior es de estilo herreriano con muros hechos con sillería granítica. La fachada oeste es clasicista y consta de una torre de planta cuadrada, aunque en el proyecto original parece que había dos, ya que nunca han aparecido los planos de esta "Catedral de la Sierra". Cuenta con tres naves, todas ellas con una altura similar y con bóvedas de crucería estrellada. Planta de salón, muy acorde a las iglesias de Castilla de esta época, con naves amplias y grandiosas que asemejan a una verdadera catedral.
Una de las piezas más singulares en su interior es su retablo mayor, realizado por el jesuita Andrés Ruiz en el año 1589. Cuenta con esculturas a tamaño real de Pedro Rodríguez, Juan Vela y Mateo Martínez y lienzos de Alonso de Herrera, llegando a alcanzar una altura de 20 metros. También goza de un gran órgano. Destaca también un púlpito con las figuras de los evangelistas en yeso policromado.
En el centro de las naves laterales se encuentran los retablos dedicados al Cristo de la Cruz a Cuestas y el Sagrado Corazón de Jesús.
La única pega para disfrutar de este monumento es que solo está abierto de viernes a domingo de 11 a 12,30 horas
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