Sociedad

Los Hombres de Musgo vuelven a revivir la leyenda en Béjar (Salamanca)

La ciudad textil aprovecha un año más la festividad del Corpus Christi, declarada de Interés Turístico Internacional, para conmemorar la liberación de los bejaranos en 1267 tras el asedio de los musulmanes

Béjar (Salamanca) celebra la festividad del Corpus Christi con la tradicional procesión de los Hombres de Musgo
Béjar (Salamanca) celebra la festividad del Corpus Christi con la tradicional procesión de los Hombres de MusgoJesús FórmigoIcal

Los Hombres de Musgo volvieron este domingo 22 de junio a revivir la leyenda en las calles de la localidad salmantina de Béjar durante la celebración del Corpus Christi. Los guardianes de la leyenda, que data de 1267 y que conmemora la liberación de la ciudad tras el asedio de los musulmanes, se encontraron con cientos de bejaranos y visitantes que se dieron cita en la ciudad textil para acompañar la procesión que este año transita por su sexta edición bajo la declaración oficial como Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Un año más, el ritual arrancó a primera hora de la mañana en el convento de San Francisco, donde los seis defensores de Béjar comenzaron a enfundarse los llamativos y pesados trajes de musgo que pueden llegar a sobrepasar los 15 kilos. Los elegidos, emocionados, tuvieron, al fin, su día tras años de espera en una lista que tiene presencia asegurada hasta bien entrada la próxima década pues, en Béjar, se considera un honor vestir de musgo, a pesar de la exigencia física que conlleva desfilar durante más de dos horas en los albores del verano.

Desde ese lugar, los Hombres de Musgo iniciaron el desfile hasta la plaza Mayor, donde fueron recibidos por las distintas autoridades, encabezadas por el alcalde de Béjar, Luis Francisco Martín. Mientras, la iglesia de Santa María la Mayor acogió la tradicional misa, tras la cual, el Corpus Chisti salió al encuentro de la procesión a pie del templo junto a la plaza de San Juan Bosco.

Cuenta la leyenda

La historia de los Hombres de Musgo se remonta a 1267 durante la invasión y asedio de los musulmanes cuando los vecinos de Béjar tuvieron que huir y ocultarse en las montañas de la Sierra del mismo nombre. Cuenta la leyenda que un pequeño grupo de ellos, ocultos en el paraje del Castañar idearon una estrategia ofensiva que resultaría clave para la liberación de la ciudad.

Para pasar desapercibidos y poder llegar sin despertar sospechas a la muralla, decidieron cubrir sus cuerpos con musgo. Mientras se acercaban, fueron avistados por los centinelas árabes que, al confundirlos con monstruos huyeron de lugar y dejaron vía libre al paso de los bejaranos. Al darse cuenta del engaño, gritaron “traición, traición”.

En el recuerdo de esta historia quedó en la ciudad textil la conocida como ‘Puerta de la traición’, y además se construyó la ermita de Santa Marina, virgen cuyo día se celebraba el día de autos y que, además, vivió disfrazada por lo que se cree que inspiró esta hazaña. El pueblo revive, año tras año, la gesta de los hombres de musgo, que, desde el siglo XIV, se fundió con la fiesta del Corpus Christi, informa Ical.