Cataluña

Puigdemont sale en defensa de Marruecos: “Ceuta y Melilla son africanas”

Pide una mesa de diálogo entre el país magrebí y España para resolver la crisis diplomática

Tiempo para bailar, tiempo para llorar
Tiempo para bailar, tiempo para llorarEUROPA PRESSEUROPA PRESS

Carles Puigdemont ha salido en defensa de Marruecos y ha apoyado su soberanía sobre las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. El expresidente de la Generalitat ha sostenido que ambas ciudades son “africanas” y “no forman parte de la Unión Europea”, ha expresado en un tuit en francés, y ha planteado dar solución a la crisis diplomática mediante la creación de una mesa de diálogo entre ambos estados.

“Un diálogo entre España y Marruecos sería necesario para tratar la agenda de desacuerdos”, ha afirmado, en un mensaje dirigido a la Unión Europea, a quien ha pedido también que no quede “arrastrada” por la “inflamación nacionalista española”. Según ha expuesto, tanto Ceuta como Melilla continúan integradas en España por “herencia de un pasado colonial” que ha permitido a Europa disponer de territorios fuera del continente.

Lo cierto es que, paradójicamente y salvando todas las distancias entre una crisis diplomática entre España y Marruecos y lo que ocurre en Cataluña, Puigdemont rechaza una mesa de diálogo entre Gobierno y Generalitat para dar salida a la crisis política que atraviesa la autonomía y defiende la confrontación. En cualquier caso, el expresident opta así de nuevo por tratar de desprestigiar la democracia española en el exterior aunque sea a costa de defender a una semidictadura.

Puigdemont y el independentismo siguen así su búsqueda de aliados internacionales para reforzar su causa, que ha obtenido exiguos adeptos desde que arrancara el “procés”. De hecho, únicamente ha recibido la afinidad de la ultraderecha europea (italiana como la Liga, belga como Vlaams Belang o finlandesa como Partido Finlandés).

La escalada de tensión entre Marruecos y España, que ha derivado en una crisis migratoria, se ha frenado en las últimas horas y el país magrebí ha vuelto a cerrar su frontera. No obstante, todavía sigue abierto el conflicto diplomático originado por la asistencia médica (por el coronavirus) al secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, que defiende la autodeterminación del Sáhara Occidental (antigua colonia española).

Gali ha sido citado por la Audiencia Nacional para que acuda a declarar el 1 de junio por una causa que tiene abierta con la Justicia española a raíz de una denuncia interpuesta en 2020 por un activista saharaui (Fadel Mihdi Breica) por torturas. Sin embargo, el juez instructor Santiago Pedraz y la Fiscalía han evitado pedir medidas cautelares ante la posibilidad de que Gali pueda salir de España y marcharse de nuevo a Argelia.

Pendiente de la euroorden

Puigdemont continúa pendiente de la justicia española. El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha planteado primero una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea para aclarar el alcance de la euroorden -siete preguntas-. El TJUE admitió a trámite las cuestiones prejudiciales a principios de mayo y tienen un máximo de dos meses de margen para decidir.

En paralelo, el expresident ya perdió la inmunidad parlamentaria y ahora ya no puede moverse libremente por los países de la Unión Europea. El europarlamento votó en marzo a favor de retirar la inmunidad tanto a Puigdemont como a los exconsellers Toni Comín y Clara Ponsatí.