Cataluña

Puigneró avisa a Esquerra y Podemos: la ampliación de El Prat no está aparcada

El vicepresidente de la Generalitat carga contra los “del ‘no’ a todo” porque dejan a Cataluña con un “aeropuerto regional”

(I-D) La consellera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà; el vicepresidente, Jordi Puigneró y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès en el Parlament
(I-D) La consellera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà; el vicepresidente, Jordi Puigneró y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès en el ParlamentDavid ZorrakinoEuropa Press

La ampliación del aeropuerto de El Prat sigue marcando agenda en Cataluña. El vicepresidente de la Generalitat y hombre fuerte de JxCat en el Govern, Jordi Puigneró, ha comparecido esta mañana en el Parlament y ha lanzado un aviso a Esquerra y Podemos, partidos que han dinamitado el proyecto porque lo rechazan porque consideran que tendrá consecuencias medioambientales negativas: según ha dicho, la ampliación de la infraestructura no está aparcada.

Puigneró ha lanzado varios dardos contra sus socios de Govern, que, en las últimas horas, han acentuado y explicitado su rechazo al aeropuerto. Tanto Pere Aragonès como Esquerra han insistido en que El Prat no se va a ampliar y se han limitado a apostar por una “mejora”. El vicepresidente ha hecho un repaso de cómo se ha llegado hasta aquí y de por qué es necesario una reforma de El Prat.

En este sentido, ha recordado que en julio se crearon tres grupos de trabajo para abordar este proyecto y el 2 de agosto acordó con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, la ampliación. Puigneró también recuerda que ese pacto recibió el apoyo “público y explícito” de Pere Aragonès y era un acuerdo que recogía los siguientes puntos: se debe impulsar un aeropuerto intercontinental; debe haber menos contaminación acústica; se debe ampliar la tercera pista con una mínima afectación ambiental (en referencia a la laguna de la Ricarda); los aeropuertos de Girona y Reus deben estar conectados por AVE; se debe implementar un plan de descarbonización de los aeropuertos; se debe atender las resoluciones de carácter medioambiental planteadas por Europa; y, se deben precisar las soluciones técnicas en el plan director.

Si bien, los problemas estallaron cuando AENA, el 3 de septiembre, presentó el borrador del DORA (Documento de Regulación Aeroportuaria, que recoge los proyectos de AENA a cinco años vista) e incluyó algún detalle “ahorrable”, en referencia a que la ampliación de la tercera pista se haría hacia el este invadiendo la Ricarda y Aragonès hizo un tuit pidiendo una rectificación. A partir de ahí, todo se precipitó y el Gobierno, a 8 de septiembre, anunció que aparcaba la inversión de 1.700 millones de euros por falta de confianza en el Govern.

Puigneró ha explicado que las premisas del Govern para ampliar El Prat pasan por impulsar un aeropuerto intercontinental, en el que el Plan Director (que es posterior al DORA) se convierta en el espacio de diálogo para negociar cómo se amplía la tercera pista y con la condición de que la Ricarda “no se toca o tendría una afectación mínima” y con el aval de Europa.

El vicepresident ha reprochado que la reacción de Aragonès no fue idónea, pero ha cargado contra el Gobierno por paralizar la infraestructura sin reunirse ni con el president ni con él mismo. En este punto, ha señalado que sospecha que “no había interés real” de la Moncloa por la inversión y ha criticado a Podemos por permitir la ampliación de Barajas, pero no de El Prat.

Asimismo, ha insistido en que nunca ha dicho que quiera destruir la Ricarda, que se ha convertido en el principal escollo en todo esto. “Espero que dejemos la propaganda y que nuestras ideas se sustenten en datos y hechos. Solo así podremos hacer debate reflexivo sobre un asunto complejo y no binario. Debemos hacer compatibles medioambiente y crecimiento económico”, ha afirmado, con tono duro. “Me he dejado la piel para esta inversión, pero tengo la sensación que ni unos ni otros la han querido. Este vicepresidente no ha aparcado este proyecto”, ha agregado.

“Los negacionistas aeroportuarios, los del ‘no’ a todo, han decidido que tengamos un aeropuerto regional. Os felicito, hijos. No habrán reducido las emisiones de CO2 y condenarán a Cataluña a ser un destino turístico”, ha apuntado. A partir de aquí, ha querido hacer matizaciones para dibujar el terreno de juego: por un lado, ha explicado que el 40% de las emisiones de CO2 en Cataluña proceden del transporte, de las cuales un 35% son de carretera y tan solo un 1,5% del aeropuerto, y ha augurado que los biocombustibles llegarán pronto a la industria aeronáutica; y, por otro lado, ha expuesto que no quieren ampliar la capacidad de pasajeros en El Prat, sino mejorar las rutas para que sean intercontinentales. Es decir, la ampliación no sirve para “masificar el aeropuerto ni tener más vuelos ‘low cost’, sino para descongestionarlo y hacerlo más competitivo”. “La ampliación del aeropuerto es más que rentable. Los beneficios son mas de 330 millones de euros al año: en cinco años, la inversión de 1.700 millones estaría recuperada”, ha zanjado.