Barcelona se escuda en la sequía y el “protocolo” para justificar la muerte de una joven tras la caída de una palmera

Una joven de 20 años murió tras la caída de una palmera en la calle Joaquim Costa en el Raval de Barcelona ayer por la tarde. El Ayuntamiento, sin embargo, recibió el 14 de marzo la queja de un ciudadano por el mal estado de la palmera, casi cinco meses antes del trágico accidente. El día 22, una brigada de mantenimiento hizo una primera inspección ocular y el día 24 se hizo otra revisión más a fondo y, según Parcs i Jardins, en ninguna de las dos actuaciones “se vieron anomalías” y, por tanto, se dio por cerrada la incidencia.

Tal y como ha explicado el gerente de Parques y Jardines, Francesc Jiménez Gusi, el consistorio encargará un estudio a una empresa externa especializada en arbolado para analizar las causas de la caída del árbol. Según Jiménez Gusi, hay tres posibles factores que podrían explicar su desprendimiento: el estrés hídrico a causa de la sequía, el estrechamiento de lo alto de la palmera y la presencia de un nido de cotorras. Mientras, los Mossos d'Esquadra mantienen abierta la investigación. La última actuación que se realizó en la palmera fue en 2021, con un test de oscilación para evaluar su estado. Antes, en el 2020, se le hizo una poda.

Según ha explicado Parcs i Jardins, hay 58 palmeras en Barcelona a las que se les hace una revisión anual por riesgo que presentan. La palmera rota este jueves en el Raval no estaba dentro del radar y, por eso, a partir del lunes se pondrá en marcha una revisión preventiva de 800 palmeras datileras de la ciudad que pueden tener factores de riesgo. En total, en Barcelona existen 2.500 palmeras datileras, que forman parte de los 250.000 árboles y palmeras que tiene la ciudad (excluyendo la zona de Collserola).

El informe preliminar de urgencia elaborado por los expertos de Parques y Jardines determina que "no hay un factor determinante clarísimo" que justifique la caída de la palmera. Así lo ha asegurado el director del organismo, Francesc Jiménez, quien también ha añadido que hay tres hipótesis que podrían explicar el incidente: el estrés hídrico por la falta de lluvias, un ligero estrechamiento de lo alto de la palmera o la presencia de nidos de cotorra, que no era especialmente grande.

La segunda teniente de alcalde, Maria Eugènia Gay, ha remarcado el compromiso municipal para esclarecer las causas del accidente. En este sentido, Gay ha asegurado que el Ayuntamiento de Barcelona ha elaborado ya un informe preliminar de urgencia y no descarta cambios en los protocolos de mantenimiento de las palmeras de la ciudad. Desde Parcs i Jardins también se ha anunciado una revisión preventiva de las 800 palmeras datileras de Barcelona, la especie de la palmera rota.

Investigación de la Sindicatura de Greuges

En paralelo, la Sindicatura de Greuges de Barcelona ha anunciado la apertura de una actuación de oficio para pedir al Ayuntamiento información sobre el estado de la palmera. El ente también reclama al consistorio que les notifique cuando revisó por última vez el árbol.

El órgano dirigido por David Bondia ya mostró su preocupación por el estado del arbolado de la ciudad en febrero de ese año. Entonces, la Sindicatura se dirigió a Parcs i Jardins para pedir acortar la revisión de los árboles para “minimizar cualquier riesgo para la ciudadanía”. Según la respuesta que recibió la Sindicatura del Ayuntamiento de Barcelona, el protocolo establece que los árboles y palmeras de la ciudad deben revisarse cada dos años, excepto aquellos de grandes dimensiones o con alguna peculiaridad botánica, que se revisan anualmente .