Cataluña
Los catalanes ya no apoyan la independencia y se sienten "tan catalanes como españoles", según el CEO
Las opciones que implican seguir dentro del Estado español superan con claridad el 68%, y la mayoría del electorado se ubica en el centro, el centro-izquierda y el centro-derecha
El apoyo a la independencia de Cataluña continúa a la baja. Según la última encuesta Òmnibus de la Generalitat de Catalunya de 2025, apenas un 26,9% de los ciudadanos preferiría que la comunidad se convirtiera en un Estado independiente. En cambio, más de dos tercios de los encuestados, un 68,8%, se decantan por fórmulas que mantienen a Cataluña dentro de España, ya sea con mayor o menor grado de autonomía.
En concreto, el 38,1% desea que siga siendo una comunidad autónoma como hasta ahora, un 21,1% se muestra favorable a una relación de tipo federal, y un 9,6% opta incluso por definirla como una “región” española. Solo un 4,4% de los participantes no respondió a esta cuestión. El sondeo, realizado de forma online a 2.451 personas mayores de 16 años, presenta un margen de error del ±1,98% para un nivel de confianza del 95%.
Identidad compartida
El estudio también muestra que la mayoría de los catalanes se siente tanto española como catalana. El 37,8% de los encuestados asegura identificarse por igual con ambas identidades, mientras que un 21,6% afirma sentirse más catalán que español y un 15,8% únicamente catalán. En el otro lado, un 6,8% se considera más español que catalán y un 6,2% se define solo como español.
Estos datos refuerzan la idea de una identidad dual y matizada, en la que la mayoría de los ciudadanos no percibe contradicción entre el sentimiento catalán y el español, sino una convivencia natural entre ambos. Incluso aquellos que dicen sentirse más catalanes que españoles, siguen reconociendo que se sienten españoles.
Predominio del centro político
La moderación también se refleja en el plano ideológico. En una escala del 0 al 10, donde el 0 representa la extrema izquierda y el 10 la extrema derecha, el 32,4% de los encuestados se sitúa en el punto medio (5). Un 11,1% se ubica en el 4 y un 14,9% en el 3, lo que indica una clara tendencia hacia posiciones de centro y centroizquierda.
Solo un 5,1% se identifica con la extrema izquierda y un 4,6% con la extrema derecha. Un 4,8% elige el 6, y un 6,1% el 7. Si sumas ambos, la cifra da un 10,9%, lo que indica que el centro derecha todavía tiene mucho que decir en Cataluña. Este reparto confirma que la sociedad catalana, lejos de polarizarse, se mantiene en una franja moderada tanto en lo político como en lo identitario.
Estas tendencias se ven bien reflejadas en las encuestas políticas de intención de voto y la actual composición del Parlament de Cataluña. Aunque el PSC ha sido, tradicionalmente, un partido de centro-izquierda, el actual Govern contiene miembros de la órbita de Convergencia, lo que dota al ejecutivo de un carácter trnasversal. Además, algunos de los miembros del PSC que forman el Govern, como Salvador Illa, Albert Dalmau o Alícia Romero, se inclinan más hacia la tecnocracia y las políticas de orden en seguridad, que hacia las políticas ideológicas.
Por otro lado, el principal partido de la oposición, Junts per Catalunya, lleva tiempo alejándose de sus postulados más "woke" con los que encararon los años álgidos del procés. El partido de Puigdemont trata de volver a ser esa Convergencia que aglutinaba el voto del centro-derecha catalanista/independentista y que era amigo del empresariado. Después, ERC es el partido que concentra el principal voto de izquierdas, mientras que PP y Vox, que juntos suman 26 escaños superando a Esquerra, aglutinan el voto del centro-derecha y la derecha no independentista.
En conjunto, la encuesta dibuja una Cataluña cada vez más pragmática y alejada del maximalismo independentista. La mayoría de los catalanes sigue apostando por una relación estrecha con España, ya sea dentro del marco actual o en fórmulas de mayor autogobierno, pero sin romper los lazos comunes que comparten desde hace siglos.