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Así es “La remesa mala”, la nueva serie del universo Star Wars que se estrena en Disney+

Disney+ estrena esta semana el primer capítulo de la serie de animación orquestada por Dave Filoni y se entiende como la secuela directa de la alabada “Star Wars: The Clone Wars”
La RazónLucasfilm Ltd.
La Razón
  • Matías G. Rebolledo

    Matías G. Rebolledo

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Allá por 2008, cuando la monstruosa franquicia en la que se ha convertido “Star Wars” gracias a la inversión de Disney y a una nueva saga de películas que, si bien no en lo narrativo, pero sí en lo comercial han sido un completo éxito a nivel mundial, gozaba de buena salud pero parecía caduca, el bueno de Dave Filoni se sacó de la manga “The Clone Wars”. Situada cronológicamente entre el Episodio II y el Episodio III de la segunda trilogía canónica, la serie de animación de este fan de toda la vida de la guerra de las galaxias se ganó un hueco en el corazón de muchos entendiendo de verdad el espíritu de la saga que, según muchos, hasta el propio George Lucas había acabado traicionando.
El éxito no fue solo narrativo o argumental, ya que la resonancia con los amantes de la saga llegó a todas las latitudes del mundo y el trabajo de Filoni y su equipo, ya en cuanto a destreza de animación por ordenador, también fue objeto de aplauso en la industria. Después de las aventuras de Rey, Finn y Poe en la gran pantalla, y el fin de las Guerras Clon en formato serial el año pasado, Disney ha vuelto a confiar en el Filoni que tanto éxito les ha granjeado con “El Mandaloriano” y ahora estrena la continuación de la serie por la que se hizo famoso.
En “La remesa mala” (”The Bad Batch”), que se estrena hoy 4 de mayo en Disney+ sin coste adicional y coincidiendo con el Día Mundial de Star Wars (Star Wars Day), seguimos las aventuras del escuadrón de élite al que conocimos en la última temporada de “The Clone Wars”. Integrado por Hunter, Wrecker, Tech, Crosshair y Echo, el imperfecto batallón de clones tendrá que vérselas con las consecuencias de la Orden 66, aquella que el por entonces Senador Palpatine, aunque aun no se supiera de su identidad, mandó ejecutar para acabar con todos los Caballeros Jedi declarándolos como traidores a la República Galáctica.
Si no está roto, no lo intentes arreglar
Heredera inequívoca del estilo de animación de su predecesora, “La remesa mala” sin embargo apuesta de manera más descarada por la acción, presentando a nuestros protagonistas al borde de ese “in media res” tan clásico en la saga pero que aquí se transforma prácticamente desde el primer minuto en tiros láser por doquier. Rápidamente, el escuadrón de élite protagonista (oficialmente la Fuerza Clon 99), tendrá que lidiar con las consecuencias de una orden 66 que incluso les hace dudar sobre su propia condición de soldados y sobre los mandatos que están dispuestos o no a seguir.
En ese barullo republicano, y en una parada obligatoria en Kamino, conocerán a Omega, una pequeña que se sumará a las aventuras del estrafalario grupo y desarrollará las dinámicas por las que tan grande y admirado se ha hecho Filoni entre los fans de Star Wars: esto es, la de la figura paterna y arisca que encuentra en un niño, o niña en este caso, todas las carencias afectivas que en algún momento ellos pudieron llegar a echar en falta. Si funcionó y no estaba roto en “El mandaloriano”, por qué intentar arreglarlo.
Narrativas y conexiones emocionales aparte, la nueva serie del Universo Star Wars promete traer de vuelta a Palpatine, aunque sea por la vía telemática, y a uno de esos titanes de la pluma de George Lucas como el Almirante Tarkin, al que daba vida en las películas el eterno actor británico Peter Cushing. En esta ocasión, y tras el fallecimiento del actor de “Pánico en el Transiberiano” hace ya más de un cuarto de siglo, su voz corre a cargo de Stephen Stanton, que ya había hecho las labores en la serie anterior y en “Rogue One”, cuando se recurrió al modelado en CGI para volver a dar vida al actor.
“La remesa mala”, eso sí, no es solo una oda constante a la nostalgia ni una referencia infinita al universo expandido que surgió por silencio administrativo entre el estreno del Episodio III y el VII, sino que también apela a los nuevos públicos con tramas procedimentales y personajes que se hacen querer desde el primer minuto. Más cruda y directa quizá que su predecesora, la nueva serie de Disney+ es un producto altamente disfrutable, entretenido a rabiar y que hará las delicias de propios y extraños, conozcan o no al dedillo las desventuras del linaje Skywalker.