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José Luis Rebordinos: “Nunca nos planteamos retirarle el Premio Donostia a Johnny Depp”

El director del Festival de San Sebastián cumple su décimo año al frente del certamen más importante del cine español estrenando premio a la Mejor Interpretación sin distinción de género
Juan HerreroEFE
La Razón
  • Matías G. Rebolledo

    Matías G. Rebolledo

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Cuenta José Luis Rebordinos (Rentería, 1961) que la mañana del pasado 9 de agosto, cuando el gabinete de comunicación del Festival Internacional de Cine de San Sebastián anunció que Johnny Depp sería homenajeado con el Premio Donostia, la organización estaba preparada para la posible tormenta mediática. Dicho nubarrón se convirtió en huracán y, por supuesto, jarreó. Y vaya si jarreó. Numerosas personalidades y asociaciones –la más importante CIMA, que agrupa a las mujeres de la industria patria del cine– criticaron el homenaje al actor de «Piratas del Caribe» por las diversas acusaciones de violencia y acoso que ha ido acumulando junto a sus éxitos de taquilla.
«No, nunca nos planteamos retirarle el premio», responde meridiano el director del certamen más importante del cine español, que celebra con esta edición ya diez como capitán del barco. Y sigue: «Hubiera sido tal falta de respeto al actor que ni nos lo planteamos. Sabíamos que iba a haber polémica. No la esperábamos tan violenta, pero llevamos años viendo las cosas que salen en los medios de comunicación. Nosotros tenemos documentos, no declaraciones, y no hablamos por hablar. Incluida la famosa sentencia de “The Sun”. Sabemos perfectamente cómo va el tema. Ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir y lo único que puedo resaltar es que Depp no ha sido detenido, ni acusado en sede judicial, ni condenado por maltrato a una mujer», matiza con cierta vehemencia al otro lado del teléfono.
Una nueva labor prescriptiva
Con el asunto resuelto en lo mediático, al menos hasta el día 21 de septiembre, cuando recoja el premio, Rebordinos afronta la 69 edición como una más tranquila, pero ni mucho menos normal: «Las normas van a ser prácticamente las mismas del año pasado. Lo único que cambia es que a nivel de bares, restaurantes y ciudad habrá otra vidilla, con mucha más gente. A falta de más datos, esperamos estar en torno al 80% de lo habitual en cuanto a invitados. La vacuna, eso sí, nos da una tranquilidad mayor», confiesa el director en entrevista con LA RAZÓN, a horas de que Zhang Yimou, con «Un segundo», y el homenaje a Marion Cotillard inauguren el certamen: «Se nos han juntado muchas cosas bonitas. Para empezar, tenemos, además de la película y el homenaje, un corto de Carlos Saura y a él mismo sobre el escenario. Eso es muy hermoso. Que un hombre como él, a esa edad, haya hecho uno con tanta calidad de producción y siga teniendo esa energía… es tremendo. Además, vuelven las estrellas, con Penélope Cruz, Antonio Banderas y Charlotte Gainsbourg el primer día», añade.
Con una Sección Oficial fuertemente nutrida de nombres españoles, como Icíar Bollaín, Fernando León de Aranoa o Manuel Martín Cuenca, Rebordinos cree que la labor del festival moderno, ese que como el suyo se asocia con Movistar o presenta películas de Netflix, pasa por lo curatorial: «Nos estamos convirtiendo en prescriptores. Hay tanta cantidad de información que hace falta alguien que te ayude como público y espectador a saber qué es interesante y qué no», opina. Y en esa misma labor, ¿cabe la adopción de medidas más modernas como la supresión del género en el premio de interpretación? «Siempre hay ruido con los premios. Y es bueno que haya debate. Para mí, lo que haga el jurado estará bien hecho, porque es lo suyo. Los premios tienen que ser los que ellos consideren, no los que diga la crítica. La posible polémica por el premio sin género no me preocupa porque será algo que haya que analizar con los años. De hecho –añade–, una de las críticas es que irán desapareciendo las mujeres y que no se las premiará. Bien, pues los primeros que hicieron esto, los del Festival de Berlín, galardonaron doblemente a mujeres. También hay quien dice “no, eso es por reacción, por el miedo al qué dirán”. Siempre habrá alguien a quien no le parezca bien. Hagas lo que hagas. Entonces, hay que esperar cuatro o cinco años a que esto se vaya asentando», remata justo antes de empezar a recibir a las estrellas.