Buscar Iniciar sesión

Clara Galle y Julio Peña: "¿Quién tiene adolescencias comunes? ¿Existen?"

Netflix estrena esta semana "A través del mar", secuela de la adaptación de los relatos que la escritora Ariana Godoy popularizó en Wattpad
Clara Galle y Julio Peña: "¿Quién tiene adolescencias comunes? ¿Existen?"
Clara Galle y Julio Peña: "¿Quién tiene adolescencias comunes? ¿Existen?"NETLFIX
La Razón
  • Matías G. Rebolledo

    Matías G. Rebolledo

Madrid Creada:

Última actualización:

Ustedes, al ser espectadores avispados, se habrán fijado que, de un tiempo a esta parte, los personajes de las películas hacen como que se ponen el preservativo. Justo antes de jugar al sin distancia, consumar el delicioso o, simplemente, tener sexo, la ficción -sobre todo la dirigida al público adolescente- se ha puesto las pilas en cuanto a salud reproductiva se refiere. Los chavales, como diría el finado José Luis Cantero «El Fary», van a camelar. Mejor, ya puestos, que camelen seguros. ¿Qué pasa entonces cuando una ficción se acerca, se zambulle, embarra y enfanga en ese primer acto camelatorio? Pues que más cuidado hay que tener.
«En la primera película, de hecho, Ares le pregunta verbalmente a Raquel si quiere tener sexo. Y se ve cómo se pone el condón. Eso era importante para nosotros, porque el "target" de esta película es el de los adolescentes. Y muchos de ellos, quizá, ni siquiera han tenido aún su primera vez. Ver eso es muy necesario y hemos intentado tener mucho cuidado en las relaciones que queríamos expresar. Siempre con un trasfondo emocional, teniendo en cuenta para qué y por qué está teniendo lugar esa escena de sexo», explica con solvencia y madurez Clara Galle, que se sienta junto a Julio Peña para responder a LA RAZÓN y estrenar esta semana «A través del mar» (Netflix), continuación de «A través de mi ventana» y manifestación viva de esa nueva ficción «teen» que ahora proviene de fuentes como Wattpad.
A través del mar
A través del marNetflix
Transitando por la calle de la indulgencia y el placer, y teniendo delante a dos intérpretes de reciente acuño (pese a que lleven ya bastante en esto), es de rigor preguntarles por la figura del coordinador de intimidad, indispensable en los rodajes contemporáneos para reducir al mínimo los posibles comportamientos inadecuados que señaló a gritos el #MeToo: «Siempre hemos ido de la mano del director, Marçal Forés, y de Miriam, nuestra coordinadora de intimidad. El secreto para que haya química es perder el miedo a que se dé», vuelve a apuntar meridiana Galle, antes de que Peña explique el proceso creativo: «Hemos hablado de absolutamente todo. Incluso de aquello que nos daba más pudor o no queríamos hablar», completa.
Y sigue, sobre el tema, su compañera de reparto: «En nuestro caso, lo de los coordinadores es algo más divertido de lo que parece. Por supuesto, estamos hablando de un tema muy serio y necesario, pero no se debería enfocar como algo impuesto. A nosotros nos ha funcionado por profesionalidad, pero siempre hemos buscado la diversión y el juego, que no se convirtiera en algo frío o robótico porque entonces perdería todo el sentido», añade la actriz.
Néctar y ambrosías aparte, aunque siempre a mano porque la secuela fílmica del éxito levantado a pulso por la escritora Ariana Godoy sube considerablemente de tono, «A través del mar» recoge la historia de Raquel y Ares apenas unos meses después de los hechos de la primera película: con su amor estudiando medicina en Suecia, nuestra protagonista se enfrenta a un verano extraño y a las dudas de una relación a distancia. Por suerte para la trama, Ares no tarde demasiado en regresar y en transportar a su amada hasta una residencia de lujo de la Costa Daurada, llenándonos el ojo de postales idílicas dignas del más bello de los anuncios estivales de cerveza. Al sol del Mediterráneo, y entre mentiras, medias verdades y alguna que otra decisión estúpida, la pareja llegará a conocerse mejor, justo hasta que la tragedia haga su irrupción shakespeariana.
«Más que con nuestros propios personajes, porque siempre es complicado juzgarles, nos hemos llegado a enfadar más con el del otro. Hemos discutido, sacándonos cosas en cara incluso, completamente metidos en el personaje. ¿Tú te crees que tu Raquel me puede decir eso cuando ha hecho esto?», explica divertido Peña, antes de profundizar sobre lo titánico del proyecto, que les ha llevado a rodar, a la vez, la tercera parte de la saga «A través de tu mirada»: «Se llega a complicar lo simultáneo. Más a nivel mental que otra cosa, porque claro, no ruedas casi nunca en orden cronológico. Tenías que tener tu propio ‘‘raccord’’ de sentimientos y lugares mentales».
Solos ante la condescenciaAsentado ya el fenómeno («No nos suelen pedir fotos por la calle ni nada de eso», explican Peña y Galle), pero asentadas también sus carreras (ambos colaboran con varias marcas internacionales), cabe preguntarles a los nuevos ídolos «teen» por su exposición a la condescendencia, esa misma que Mario Casas o Amaia Salamanca denunciaron pasado el umbral de la popularidad precoz: «Es cierto que a veces, las preguntas, han ido por sitios extraños. O se han metido en nuestra vida personal. Pero, en líneas generales, siempre me he sentido bien entrevistada, bien tratada por los medios. La cosa ha cambiado», añade Galle.
Sin llegar a tirar de sus propios recuerdos («¿Quién tiene adolescencias comunes? ¿Existen siquiera?», se pregunta sereno Peña), y esta vez sin alterar demasiado la suspensión de la incredulidad en el espectador, la propuesta de «A través del mar», mucho más autoconsciente y divertida que en su primera entrega, funciona quilate a quilate, libra a libra: pasan tantas cosas, a la vez, y en tantas partes, que uno no es capaz de distraerse ni un solo minuto de lo magnético, aunque por momentos también ridículo, del camelar.