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Teatro

Madrid

Concha Velasco, de vicetiple a Netflix

La actriz, que ha recibido un Premio Max a su carrera teatral, es una mujer que lo ha sido todo en la interpretación en España

Concha Velasco recibe el Premio Max a una carrera en el teatro
Concha Velasco recibe el Premio Max a una carrera en el teatrolarazon

La actriz, que recibe el Premio Max a su carrera en el teatro, lo ha sido todo en la interpretación en España

Digamos simplemente que Concha Velasco ha actuado junto a Tony Leblanc e interpretado los temas de Augusto Algueró y que, lejos de retirarse, su último proyecto para eso que no es televisión como la conocíamos ha sido “Las chicas del cable”, de Netflix. Su carrera comienza con estudios de estudiar danza clásica y española en el Conservatorio Nacional, tras lo que se embarcó en la compañía de Manolo Caracol como bailaora flamenca y, finalmente, debutó como vicetiple (es decir, cantante de opereta, zarzuela y revista) en la compañía de Celia Gámez.

A los 15 años, debutó en el cine con “La reina mora” (1954), a la que siguen títulos emblemáticos como “La fierecilla domada” (1956), “Las chicas de la Cruz Roja” (1958), que la consagró junto a Tony Leblanc, con el que rodaría seis películas. En esta época de actriz juvenil llegaron éxitos como “Los tramposos” (1959) y “La verbena de la paloma” (1963). Pero por casualidad aparece otra faceta suya en “Historias de la televisión” (1965), en la que, por exigencias del guión, interpretaba una canción compuesta por Augusto Algueró llamada “La chica ye-yé”. Así se encontró sin buscarlo con el éxito como cantante, algo que ella admitía no ser su mayor talento y, sin el cual, grabó ocho discos.

Velasco hizo toneladas de comedia ligera, pero igual que los tiempos se tornaron más severos su camino en el cine también busco un código más serio. Esos fueron los papeles de “Tormento” (1974), “La colmena” (1982) y otras, como la adaptación al cine de “Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?” que tantos éxitos le dio en el teatro. Porque es en las tablas donde obtuvo su mayor prestigio. Desde las comedias de los 60 como “Las que tienen que servir” (1962), el consabido Tenorio y demás, también participó en obras de otra densidad como “Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipcíaca”, junto a Pilar Bardem y María Luisa Ponte, prohibida por la censura, ya que se podía hacer una lectura política de la realidad de España. Y, por supuesto... “Mamá, quiero ser artista”, “Carmen, Carmen” y “La truhana”.

Lejos de perder interés, sus montajes en teatro en el siglo XXI fueron más profundos y más clásicos. “Hélade”, por ejemplo juntos a José María Pou y Maribel Verdú y, sin duda, su monólogo como “Juana la Loca”, un monólogo escrito por Ernesto Caballero y dirigido por Gerardo Vera en el Teatro de la Abadía.

Pero no se puede explicar su carrera sin la televisión, medio en la que Velasco ha sido presentadora de magazín, de programa de nostalgia (“Cine de barrio”) intérprete de series (“Gran Hotel”, “Motivos Personales”, “Herederos”...) e incluso protagonista de un intento de “Las chicas de oro” a la española. “Velvet” y “Las chicas del cable” han sido solo algunos de los últimos proyectos de una inmensa carrera que no se ha detenido.