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La RAE digitaliza sus tesoros: ya puede ver los tachones de Lope de Vega

La institución fotografía con alta calidad hasta 4.800 obras entre las que se encuentran valiosos manuscritos y obras únicas en el mundo
El manuscrito de "Don Juan Tenorio" de Lope de Vega, ya digitalizado
El manuscrito de "Don Juan Tenorio" de Lope de Vega, ya digitalizadoRAE

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Hasta ahora estaban accesibles para investigadores, porque la Real Academia Española no cierra las puertas a nade. Sin embargo, las condiciones de conservación de algunos ejemplares valiosos desaconsejaban su préstamo y consulta. Se trata de libros únicos en el mundo, tan valiosos que había que proteger pero que no podían quedar a la espalda del mundo. Ahora cualquier interesado que acceda a la web de la Academia podrá sentarse delante de los tachones que José Zorrilla tuvo que sortear en la escritura de “Don Juan Tenorio” antes de llegar a "¿No es cierto, ángel de amor...?", presenciar la caligrafía de Rubén Darío cuando escribió aquello de "Juventud, divino tesoro" en su "Canción de otoño y primavera" o incluso el manuscrito de “El libro del buen amor” del Arcipreste de Hita. Desde hoy, la RAE pone a disposición de todo el mundo una biblioteca digital que ofrece 4.800 obras de Cervantes, Lope de Vega, Rosalía de Castro o Quevedo y un buen puñado de ejemplares singulares que han sido fotografiados con la tecnología de la máxima calidad. "Queremos que lo que era un servicio para pocos, sea de interés general. Que obras que estaban dormidas, despierten. Que se pongan a disposición del público de un modo que a mí me resulta emocionante", dice Santiago Muñoz Machado, director de la institución, en la presentación del proyecto.
Imagen de "El buscón" de Quevedo, manuscrito y digital
Imagen de "El buscón" de Quevedo, manuscrito y digitalRAE
Como explica Muñoz Machado, la biblioteca de la RAE alberga más de 300.000 volúmenes, "pero no se trata de digitalizarlo todo, sino de poner a disposición del público lo más exquisito, lo mejor, lo que no puede encontrarse en otras bibliotecas que ya están digitalizadas y que se pueden acceder para consulta". Por eso, y gracias a la financiación de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, el equipo de bibliotecarios de la Academia llevó a cabo, en un proceso que ya dura dos años, una selección de una serie de obras "que no están en otra parte o que tienen un interés por algún particular". El proceso se ha llevado a cabo página a página, con mimo y cuidado para conservar las encuadernaciones, algunas de ellas, valiosas y delicadas. De hecho, la rigidez de alguna de estos cosidos o enlomados han impedido digitalizar algunas obras, como le ha sucedido a las "Etimologías" de San Isidoro de Sevilla, del siglo XII, cuya encuadernación "es muy cerrada y el libro puede sufrir". Muchos siglos contemplan a alguno de estos ejemplares, que convierten al continente en tan preciado como al contenido.
Las imágenes, de alta calidad, permiten ser ampliadas
Las imágenes, de alta calidad, permiten ser ampliadasRAE
Durante el proceso se han digitalizado un millón y medio de páginas que corresponden a 5.256 ejemplares físicos con una calidad de imagen que "es casi perfecta", como la describe Pilar Egoscozábal, bibliotecaria de la RAE. Tanto, que hasta se puede apreciar la marca de agua del papel utilizado en estos originales. En total, la Real Academia pone a la disposición del público 4.800 obras (alguna de ellas compuesta de varios volúmenes) y lo hace además facilitando la búsqueda de palabras o conceptos para que los estudiosos puedan llevar a cabo sus investigaciones de la manera más ágil. La tarea se ha llevado a cabo siguiendo una serie de fases: la primera abarca desde la época incunable, de mitad del siglo XV, hasta 1830, que es el arco temporal que abarca la imprenta manual. La segunda fase corresponde hasta 1900, con la aparición de la imprenta mecánica. Una tercera fase, todavía no concluida, corresponde a los manuscritos. Sin embargo, para hacer más palpable y generar interés en este proyecto, la RAE ha seleccionado algunos textos autógrafos que incluyen los citados del Arcipreste de Hita, Rubén Darío y Lope, además de "La desdichada Estefanía" de este último o "La vida del buscón" de Quevedo o del "Cancionero" de Juan del Encina de 1496.
Entre las joyas y curiosidades, además de una primera edición de "El Quijote", está el "Diccionario de autoridades" y también "El libro del arte de las suertes", un tratado de adivinación, una especie de juegos para la Corte, que permitía conocer el porvenir obedeciendo a los resultados de unas tiradas de dados. "Con los dados iban respondiendo a preguntas sobre el futuro y el destino, lo cual iba contra la religión católica y por eso desaparecieron casi todos los libros por la Inquisición. Este es el único que se conserva de la traducción española de ese libro que era italiano", explica Egoscozábal. "Esto no es una obra cerrada, serán tres fases, pero hay que considerarla como un trabajo en desarrollo continuo. Porque se va a ir alimentando de lo que consideremos que sea necesario digitalizar o de los que los investigadores nos vayan solicitando para la base de datos. Cuando se cierre la tercera fase, no podemos dar el trabajo por acabado, sino que será enriquecido a lo largo del tiempo". Para que estas obras puedan ser conocidas y disfrutadas.