Teatro

La incesante (y crítica) batalla de La Zaranda

La compañía andaluza desembarca en Madrid con otra obra llena de poesía

Esta vez, los chicos de La Zaranda se ponen el uniforme de soldado
Esta vez, los chicos de La Zaranda se ponen el uniforme de soldadoVíctor Iglesias

Acaban de dejar Madrid y ya están de vuelta. Aunque en ese anterior montaje no vinieron con el nombre de La Zaranda como tal, sino que Eusebio Calonge y Paco de La Zaranda se camuflaron detrás de La extinta poética en Convertiste mi luto en poesía (en el Fernán Gómez). Ahora sí llegan con todo, llegan con La Zaranda por bandera y con la vuelta de los tres Quijotes encima del escenario: Gaspar Campuzano, Enrique Bustos y Francisco Sánchez. Y lo hacen, según asegura Calonge –responsable del texto–, con «la crítica más directa que hemos hecho nunca», que ya es mucho decir. Es lo que proponen los andaluces en La batalla de los ausentes que llega a la capital hoy mismo.

Regresan al Teatro Español después de exponer en sus salas «hasta nueve trabajos», recuerdan. Tras decenas de personajes, será el turno de tres oficiales de un ejército que ya no existe. Supervivientes de una guerra que se reúnen para conmemorar una batalla que ya no interesa a casi nadie. Los restos de la tropa apenas se distinguen de los fantasmas que evocan y que quedaron sepultados junto con el miedo y la gloria en las trincheras. Podrían estar vencidos por el tiempo, pero no han abandonado la esperanza de realizar una última gesta gloriosa. Así, en la reunión anual planean perpetrar el asalto al poder y sueñan con un desquite que termine con las injusticias.

En definitiva, La Zaranda alude a tres Quijotes que se preguntan si algo habría sido distinto de haber alcanzado la victoria en aquella lejana guerra... «¿Fue aquel el combate crucial o queda el decisivo contra la muerte?», se preguntan en una sátira del poder y la fe como acto de resistencia. La suya es la lucha desesperada por la propia vida, campo de batalla, combate sin tregua por la conquista de un destino. «Criticamos la actualidad que siempre trasciende el hecho para hacerse universal, que es la clave», confiesa el dramaturgo.

Con más de 40 años (desde 1978) de trabajos a sus espaldas, La Zaranda no fuerza el teatro. Será lo que tenga que ser. Se dejan llevar por los textos de Calonge y por las directrices de Paco: «Con lo que me dicen, digo; y con lo que digo, dicen», explica el director de «un concepto más fácil de hacer que de explicar». En esta pieza, lo sencillo hubiera sido, defienden, hacer un desfile militar, «pero lo difícil es ver de dónde viene todo ello, no repetirte, ser fresco, ahondar en las cuestiones...». Ellos, de momento, continúan arando la tierra y confiando en la fe para que surja el alimento que necesitan. «El teatro nos viene, aunque para que llegue hay que tener las puertas abierta», aseguran.

  • Dónde: Teatro Español, Madrid. Cuándo: hasta el 20 de marzo. Cuánto: de 4,50 a 18 euros.