Feria de Sevilla

Román se sobrepone a los caballotes de Bohórquez en Sevilla

El torero valenciano corta un merecido trofeo en el cuarto festejo de la Feria de Abril de Sevilla; Curro Díaz y Pinar fueron ovacionados

Así ha sido la tremenda voltereta a Curro Díaz en Sevilla
Así ha sido la tremenda voltereta a Curro Díaz en SevillaPagés/Toromedia

Con 24 horas de retraso llegamos a Sevilla. Toda una odisea dejábamos atrás con el apagón (nacional), que no es lo mismo ni cualquier cosa y las doce horas atrapada en el AVE, como tantos. Pero Sevilla y su Maestranza esperaba. Ventosa eso sí y no para darnos paz. Más bien para seguir la inquietud de estas últimas horas con esa sensación de exprimir la vida como si se acabara en un curioso túnel del tiempo.

El toraco primero de Fermín Bohórquez, muy serio de presencia, ya cantó pronto que fácil no iba a ser. Bonito fue el comienzo de Curro Díaz y después le quiso ligar y justo ese embroque es el que tenía complicado el toro. En uno tragó, le miró el toro y fue a por él. Le enganchó y derribó, pero el momento verdaderamente angustioso llegó cuando lo levantó del albero por la chaquetilla. Ahí si hunde el pitón no hay broma. Siguió Curro sin mirarse y el toro estaba muy orientado. Lo mató pronto y bien.

Dos naturales excelsos dejó con el cuarto, que iba al paso, pero el paso se le cruzó y desarrolló su guasa. Pulcro con muleta y espada.

El segundo demostró pronto que ganas de embestir no tenía y por mucho que Rubén Pinar quisiera era misión imposible. Por flojo y falto de casta. No le ayudaría mucho más el quinto, que era como casi todos los anteriores otro caballote más. Una pena, pero Rubén Pinar se puso por aquí y por allá y lo único que podía hacer con algo de sentido común era quitárselo del medio. Por su bien y por el nuestro. Por corto y por derecho lo mató. Ya es mucho.

Román, otra cosa

toros : espectacular derechazo de Román en Sevilla
toros : espectacular derechazo de Román en SevillaPagésToromedia

El tercero era el toro perfecto para Sevilla, pero al revés. Un despropósito. Altón, largo, estrecho de sienes, sin plaza. Una cosa fea vaya. Ahora el toro tuvo carbón y peligro por el izquierdo. Estuvimos en un !ay! Por el zurdo y a la expectativa por el derecho. Aprovechó la distancia Román para cuajar unas primeras tandas de mano muy baja cogiendo la embestida del toro con la muleta muy adelantada. Aquello tenía mucha transmisión y verdad. Al natural, como intuíamos, era de tragedia, salvó la tanda, que no era poco y retomó la faena ante el interés general. Las bernadinas finales, cambiando en el último momento el viaje al toro y entre el barullo, nos pusieron el corazón en la boca. Estoconazo y descabello fue suficiente para el merecido trofeo.

Se fue a portagayola en el sexto. Con una oreja en Sevilla todo es poco y ahí se fue el valenciano a la infinita puerta de los miedos, que es eterna por su anchura y por afrontar de rodillas lo que pueda salir. No mejoró la historia ni con los mejores deseos. Hizo cosas raras el toro en los primeros tercios y después no tomaba dos muletazos seguidos con cierta armonía para que aquello pudiera tener consistencia. ¿Para qué? Román se apuntó el tanto del pundonor, de buscarle las vueltas al toro y de hacerlo siempre con verdad. No era antagonista para salir victorioso. El revoltijo de toros que trajo Fermín Bohórquez a Sevilla fue lo previsto: un desastre por dentro y por fuera que la Maestranza no merece.

Ficha del festejo

Sevilla. Cuarta de feria. Algo menos de media entrada. Toros de Fermín Bohórquez, desiguales de presentación. El 1º, complicado y sin entrega; 2º, deslucido; 3º, con carbón y peligroso por el zurdo; 4º, al paso y sin entrega; 5º, deslucido; 6º, deslucido.

Curro Díaz, de pizarra y oro, estocada (saludos); estocada (saludos).

Rubén Pinar, de grana y oro, estocada (saludos); estocada arriba

Román, de azul azafata y oro, estocada, descabello (oreja); pinchazo, media, descabello (silencio).