Feria de Hogueras

Un final feliz

Rafaelillo salió a hombros tras dar cuenta de un buen encierro de Victorino Martín

Rafaelillo pasea una oreja en Alicante
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Se cerró la feria de Hogueras con otro contratiempo, el percance sufrido por Morante, y la consiguiente modificación del cartel, entrando Manuel Escribano en lugar del torero de La Puebla y sin que, a simple vista, se notase merma de asistencia por el cambio, cubriéndose los tres cuartos del aforo de la plaza. A pesar de todo, el serial alicantino se abrochó de manera si no del todo brillante, sí con triunfos y buen sabor de boca en el aficionado.

Se lidiaron toros de Victorino Martín, el otro gran aliciente y atractivo de la función, escurridos de carnes, vareados, con movilidad y no demasiada fuerza, aunque fueron siempre hacia adelante y dieron pelea en el primer tercio y espectáculo durante su permanencia en el ruedo.

Rafaelillo cambió de registro varias veces durante la lidia del primero, yendo desde los tanteos un poco a la defensiva a torear muy despacio y asentado cuando lo hizo en redondo. También lució al natural, si bien el toro se quedó más corto por ese pitón y aguantó valiente al final del trasteo las dudas y parones de su oponente, al que tumbó de un estoconazo fulminante.

Se picó de mala manera al cuarto, que se lo pensó mucho antes de embestir; andarín y mirón, se lo puso difícil al torero murciano, que tiró de oficio, recursos y pundonor para solventar su labor con suficiencia, levándose otra oreja al matar con eficacia.

Se hizo ovacionar Escribano al veroniquear y parear al segundo, que se agotó en los dos primeros tercios y del que tiró siempre para gustar en una faena de mucha disposición y entrega y poco rédito. Hasta cuatro pares de banderillas clavó antes de iniciar la faena al quinto, toro más parado e indeciso con el que derrochó ganas y sacó muletazos notables en una labor de conjunto de mucha paciencia y probaturas pero muy intermitente y sin acertar con el sitio ni la distancia, aunque paseó una oreja al matar con prontitud.

El tercero se arrancó de lejos al caballo y cumplió una espectacular pelea en el peto, llegando al último tercio obediente y noble, dejando, mientras tuvo fuelle, que Pablo Aguado torease con templanza y limpieza. El sexto fue más pegajoso de salida y manseó en varas, siendo picado casi en los medios. Fue el más complicado del encierro, revolviéndose y buscando, pero Aguado quiso dejar patente su capacidad para someterle con tanta inteligencia como valor. Volvió a tardar con los estoques y su premio se redujo a una ovación.

FICHA DEL FESTEJO

Alicante, 25 de junio. Sexta y última de abono. Tres cuartos de entrada.

Toros de Victorino Martín, justos de presentación y de buen juego. Al primero se le dio la vuelta al ruedo.

Rafaelillo (purísima y oro), entera, dos orejas; entera, aviso, oreja.

Manuel Escribano (negro y oro), pinchazo y estocada, ovación; entera, aviso, oreja .

Pablo Aguado (grana y azabache), cuatro pinchazos, aviso, tres descabellos, silencio; pinchazo, media y descabello, ovación.

De las cuadrillas destacaron Fernando Sánchez y Álvaro Oliver.